_
_
_
_
Crítica:Narrativa
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un microcosmos que encierra la vida entera

Ferrara es una bella ciudad provinciana del norte de Italia, situada al noreste de Bolonia y perteneciente a la región de Emilia-Romagna. En el medievo perteneció a la familia Este, como lo confirma la imponente presencia del Castello Estense. Posee una bella colección de palacios renacentistas hoy convertidos en museos, y en ella se halla la casa donde vivió y murió el poeta Ariosto. De 1185 data su catedral medieval, San Giorgio, y entre sus iglesias renacentistas se encuentra Santa María in Vado. Ésta es la ciudad en la que transcurre la entera obra narrativa de Giorgio Bassani (19162000), perteneciente a la burguesía judía de Ferrara, ciudad y clase social a la que dedicaría toda su obra narrativa.

La novela de Ferrara

Giorgio Bassani

Traducción de Carlos Manzano

Lumen. Barcelona, 2007

976 páginas. 32 euros

El jardín de los Finzi-Contini

Giorgio Bassani. Traducción de C. Manzano

Tusquets. Barcelona, 2007

348 páginas. 8,95 euros

Por fechas, Bassani podría ser neorrealista, pero él tiene un encanto ajeno a esa fórmula
Es capaz de manifestar pensamiento a través de la descripción literaria

La obra de Bassani la dio a conocer en España Carlos Barral, que la fue publicando completa libro a libro. Posteriormente, el autor la reunió en un solo volumen con el título de La novela de Ferrara, que es la que publicó posteriormente Lumen y que ahora se reedita en el mismo sello, para fortuna de los buenos lectores, en la excelente traducción de Carlos Manzano. El ciclo comienza en 1956 con la publicación en un volumen de cinco relatos (Cinque storie ferraresi) que, como el resto de su obra, sucede en el escenario de la Ferrara pre y posfascista y en el seno de la burguesía judía. De hecho, Bassani debería ser incluido dentro del neorrealismo italiano por razón de fechas, pero no hay modo de hacerlo en razón de su escritura porque su literatura posee un encanto ajeno a aquella fórmula. Cuando hablo de encanto no me refiero a mundo encantado sino a una escritura tersa, bella, de apariencia uniforme y poderosas corrientes ocultas, apoyada en el detalle sin ser costumbrista, que despliega personajes, conflictos y escenarios de un modo lineal y aparentemente ligero bajo el que se estremecen unas vidas de fascinante intensidad, tanto en su modesta grandeza como en su grave vulgaridad.

Para ello Bassani se apoya en un estilo en el que resuena a lo lejos Henry James, en el que la busca de la mot juste flaubertiana se adivina por detrás cada frase y en la que la descripción, tanto física como psicológica, que se encadena en subordinadas de enlace muy limpio, no recargado, pero sí complejo, se expande en oleadas suaves y delicadas muy precisas, de un sereno vigor que crean un ritmo muy particular de gran viveza expresiva. Y aún más, es una escritura capaz de manifestar pensamiento a través de la descripción literaria, como puede verse en este fragmento: "El campanario de la iglesia de San Cristoforo, truncado por una granada inglesa en abril de 1945, ha seguido ahí como un tocón sanguíneo, para manifestar que cualquier garantía de eternidad es ilusoria y que, por eso, hasta el mensaje de esperanza que parece expresarse en el cálido purpurear de los pórticos intactos al sol no es sino un engaño, un truco, una mentira pura y simple. Tarde o temprano cesará también sin duda de existir, de serenar y embaucar los ánimos de quienes la contemplan, la airosa hilera de arcos que se tienden como dos brazos abiertos hacia la luz. También eso acabará de un momento a otro: como todo, pero entretanto, a un paso de los millares y millares de muertos de la ciudad alineados en el cementerio situado detrás, y mientras dura lo impertérrito sobre la vasta superficie herbosa salpicada aquí y allá de estela y cipos funerarios el pacífico e indiferente tráfago de la vida, bien decidida, por su parte, a no cejar, a no rendirse, ¿qué profecía parece más destinada a perderse en el aire excitante de la noche ya próxima, a permanecer desoída, que la que promete la inevitable nada final?".

Lo extenso de la cita anterior pretende, además de mostrar la belleza, serenidad y enjundia con que puede expresarse un pensamiento sobre la muerte, desvelar el origen de la escritura de Bassani, que es Marcel Proust. De las Cinque storie, siendo todas ellas excepcionales, aún destacan dos: Los últimos días de Clelia Trotti, que rememora la historia de una anciana maestra socialista de firmes convicción y vida durante el traslado de sus restos, en el 46, desde el cementerio de Cordigoro, en cuya cárcel falleció, al cementerio de Ferrara; y Una lápida en Via Manzini, que narra la historia de un superviviente de los campos alemanes que, al regreso a la ciudad, sorprende a todos sus convecinos al tratar de olvidar su pasado e incorporarse a una vida soñada, hasta que descubre que es la ciudad la que de verdad quiere olvidar el pasado; entonces se viste con las ropas de prisionero y se pasea así por la ciudad para escarnio de ésta.

El siguiente libro es una novela corta de gran impacto: Los lentes de oro, bellísimo texto que narra el proceso de deterioro y muerte de un médico apreciado y prestigiado al que su homosexualismo lo convierte en vulnerable ante la sociedad y dependiente hasta la humillación de su propio deseo; la progresiva acentuación de su debilidad de carácter está contada con una admirable gradación desde la mirada de un narrador que simpatiza con él. Hay un hilo conductor magnífico cual es el paralelo entre el deterioro del doctor y el de la situación prefascista inmediatamente anterior a la guerra mundial, a través de los cuales Bassani inserta la dramática premonición de ese narrador que ve acercarse el desastre del genocidio judío.

Su obra maestra es El jardín de los Finzi-Contini, una novela legendaria sobre una aristocrática familia de origen judío que vive de espaldas a la realidad, en una especie de burbuja luminosa y a la que accede el narrador llevado de su fascinación por la hija, Micòl Finzi-Contini, un personaje inolvidable. Es una historia de amor juvenil escrita con un dibujo portentoso de caracteres en el que hasta los menores de ellos están trazados con buril. Se desarrolla en dos partes: en la primera vemos el progresivo acercamiento del narrador a la familia, desde el primer encuentro con Micòl siendo niños hasta su plena integración. La atracción del joven por Micòl está contada desde la sensible y dolorosa intensidad de la primera juventud de ambos y la ambigua respuesta amorosa de ella. Hasta que, apoyándose en sucesos aparentemente menores y cargados de sugerencia (como un encuentro a solas en una carroza o el acceso a la habitación de la propia Micòl, engripada) se despliega un conflicto sentimental que pronto pasa a ser vivido a través de la ausencia (Micòl sale de Ferrara) al vuelo de las conversaciones con el hermano de ella y su amigo Malnate. La amistad posterior del narrador con Malnate permite recolocar la mirada del narrador por medio de la distancia. Finalmente, el encuentro de éste con su padre (un golpe de genialidad narrativa) establece el momento en que aquél asume la realidad y se hace definitivamente adulto: entender la consecuencia de desear que "el presente se convierta en pasado para poder amarlo y contemplarlo a placer", y poder desprenderse finalmente de ello para crecer, es su doloroso aprendizaje. Una noble nostalgia sobrevuela todo el relato porque es narrado desde la memoria, tiempo después de la deportación de la familia a Alemania.

Detrás de la puerta (una vuelta sobre el tema de la inmadurez) y La garza, precioso relato, narrado en un día de caza, sobre el cansancio vital de un hombre que ya no entiende ni desea entender el presente y al que la imagen de una garza disecada ("una vida que ya no corría riesgo alguno de deteriorarse (...) mucho más bella que cuando respiraba y la sangre corría veloz por sus venas") sugiere la solución a su padecimiento, cierran este volumen junto con un grupo de relatos titulado El olor del heno. Toda su escritura, desarrollada en un pequeño mundo provinciano, encierra una visión dramática de la existencia que Bassani integra admirablemente con el entorno histórico (ésta es una cualidad sustancial en su obra) a través de una honda y vigorosa creación de personajes y escenarios, pues es en la creación de un microcosmos capaz de encerrar la vida entera donde reside su extraordinaria grandeza.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_