Cultura tercia en la batalla del eje Prado-Recoletos

La solución final para el conflicto creado entre el Ayuntamiento de Madrid y el Museo Thyssen por el plan municipal para el eje Prado-Recoletos está en manos del ministro de Cultura, César Antonio Molina. A primeros de la próxima semana se celebrará una reunión con técnicos de todas las partes implicadas y, posteriormente, Cultura propiciará una solución.

El Ayuntamiento de Madrid acepta la propuesta del ministerio

El número de carriles que pasen por delante del Thyssen, la anchura de la acera y otros puntos de discrepancia serán decididos a partir de la opinión de los técnicos. Molina desatasca así la situación a la que se había llegado después de que, el pasado lunes, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, anunciara a bombo y platillo la octava versión del plan.

Desde la Fundación Thyssen, el conservador jefe, Guillermo Solana, se mostró muy optimista ante la nueva situación. Cree que se impondrá la sensatez para reconducir el problema. El pasado miércoles, Carmen Cervera, presidenta vitalicia de la Fundación Thyssen, amenazó con pedir el traslado del museo a otro lugar de Madrid si el proyecto del alcalde seguía adelante.

Solana opina que la intervención de Cultura no es ninguna intromisión en la gestión municipal. "Entendemos que se busca la conciliación. Las distancias no son tan graves cuando hay voluntad", afirma.

El Ayuntamiento acepta la mediación y confirma que acudirá a la reunión. Ayer por la tarde, fuentes municipales dijeron que no lo interpretan "como una amenaza" ni que "Cultura vaya a decidir qué proyecto se hace finalmente".

El plan de Gallardón contó desde el mismo lunes con un aluvión de críticas. Grupos ecologistas y los partidos de la oposición, PSOE e IU, manifestaron su rechazo. Pero el golpe más fuerte se lo asestó la propia Comunidad de Madrid. El consejero de Transportes, Manuel Lamela, cuestionó públicamente que el plan pudiera suprimir la circulación diaria de 30.000 vehículos, tal como había asegurado el alcalde. El consejero añadió que sólo un túnel bajo el eje del Prado podría disminuir el tráfico rodado. La comunidad es el organismo que tiene la última palabra para aprobar el plan.

Ayer, el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, calificó de "imposible" la idea del túnel. El paseo del Prado está catalogado como Bien de Interés Cultural, y las obras que conllevaría un túnel, según el Ayuntamiento, serían demasiado agresivas.

Además de la polémica sobre el tráfico, la última versión contenía otros puntos. Destaca el que asegura un respeto total a todos los árboles del paseo, tal y como solicitaron los ecologistas en varias manifestaciones celebradas el pasado año.