Sarkozy cierra en China contratos que suman 20.000 millones de euros
El presidente francés arropa a los empresarios sin bajar la presión sobre Pekín
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, apadrinó ayer en Pekín la firma de contratos por valor de unos 20.000 millones de euros, en el marco de la primera visita de Estado que realiza a China desde que accedió al cargo, en mayo. El consorcio aeronáutico europeo Airbus selló un acuerdo para suministrar 160 aviones (110 del modelo A320 de pasillo único, y 50 del A330), por un valor de 10.000 millones de euros, mientras que el grupo Areva rubricó el pedido de dos reactores nucleares de nueva generación por 8.000 millones.
Airbus y Areva sellan la mayor venta jamás lograda de una tacada
Se trata de los contratos más cuantiosos jamás logrados de una tacada tanto por Airbus como por Areva, según señalaron directivos de ambas compañías y el propio Sarkozy. "La cantidad total de estos pedidos no ha sido nunca igualada antes", dijo el presidente francés en presencia de su homólogo chino, Hu Jintao, en el Gran Palacio del Pueblo.
¿Fue la frase un dardo hacia su predecesor, Jacques Chirac, de cuya política de apoyo incondicional a Pekín ha querido desmarcarse? Cuando Chirac visitó China en 2006, Airbus firmó el suministro de 150 Airbus A320.
Sarkozy ha llegado con la agenda bien preparada. Mientras por un lado ha arropado la labor de los empresarios franceses, por otro ha esgrimido una densa lista de peticiones, tanto económicas como políticas, ante las autoridades asiáticas. El dirigente francés ha presionado para que revalúen el yuan con objeto de disminuir el desequilibrio comercial europeo con China, que se ha agravado con la fortaleza del euro.
"Necesitamos llegar a una tasa de cambio que sea armoniosa y justa, y beneficie a la economía global", aseguró, recogiendo el adjetivo que se ha convertido en el corazón del último eslogan del Gobierno asiático: el desarrollo de una "sociedad armoniosa". "Esto significa que, también por su propio bien, China necesita acelerar la apreciación del yuan respecto al euro", dijo.
Sarkozy emplazó a sus interlocutores a intensificar los esfuerzos para luchar contra la degradación ambiental y el cambio climático. "Esperamos que China siga creciendo, pero también esperamos que lo haga libre de carbono y de forma respetuosa con el medio ambiente", señaló, a la par que recordaba a Pekín que "el estatus de potencia global" lleva emparejadas "responsabilidades en todos los campos, ya sean políticos, económicos o medioambientales". Los dos países firmaron una declaración conjunta en la que se comprometen a batallar contra el calentamiento global. Se prevé que el país más poblado de la Tierra supere este año a EE UU como principal emisor de dióxido de carbono y gases responsables del efecto invernadero.
El presidente francés pidió una mayor implicación en la resolución de la crisis nuclear iraní -Pekín se opone a la aplicación de sanciones duras-, reiteró la necesidad de ampliar el G8 (grupo de las ocho naciones más industrializadas) para dar cabida a otros cinco países, incluido China, y puso sobre la mesa el siempre sensible tema de los derechos humanos. Sarkozy afirmó que la situación en este aspecto ha mejorado en los últimos 30 años, pero solicitó más avances, en especial en lo que respecta al sistema judicial, la pena de muerte y la libertad de información.
Otros acuerdos incluyen un contrato entre las compañías de telecomunicaciones Alcatel y China Mobile, cifrado en 750 millones de euros, y el suministro de 10 helicópteros por parte de Eurocopter, por 80 millones.
El pedido de Areva, de un montante superior al que se esperaba, incluye el suministro de uranio hasta 2026. Los dos reactores nucleares de agua presurizada -cada uno de 1.700 megavatios- serán entregados en 2013 y 2015. En paralelo, Électricité de France tomará el 30% de la compañía que operará las dos unidades en Taishan (provincia sureña de Guangdong), mientras que la Corporación Nuclear de Guangdong, destinataria del pedido, tendrá el 35% de las operaciones de tres minas de uranio en África, propiedad del grupo francés como consecuencia de la compra este año de la canadiense Uramin.
Areva se saca así una espina. Pekín adjudicó en julio el suministro de tecnología y equipos para construir cuatro reactores a la estadounidense Westinghouse Electric -filial de Toshiba-, por 5.300 millones de dólares. China tiene por costumbre repartir los grandes contratos, con objeto de limitar la dependencia de una única fuente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.