El caos ferroviario frena el cambio de gestión del aeropuerto de El Prat

La crisis ferroviaria de Barcelona lleva camino de frenar también las reivindicaciones sobre el aeropuerto de El Prat. El Gobierno catalán admitió ayer que el traspaso de la gestión del aeródromo está paralizado con el objetivo de no abrir otro frente de enfrentamiento con el Ministerio de Fomento. "Primero, Cercanías; después ya hablaremos del tema de los aeropuertos", reconoció el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió el pasado julio en el Congreso que las negociaciones para crear el nuevo consorcio de gestión de El Prat, en el que participarían las administraciones catalanas, comenzarían después del verano. Concretamente, dijo: "A la vuelta del verano se establecerá un calendario de reuniones para tratar el tema aeroportuario, solicitar estudios e informes técnicos necesarios y fijar posiciones en torno a una propuesta concreta". Esto fue el 3 de julio y a día de hoy no se ha producido ningún encuentro para propiciar el cambio de gestión del aeropuerto. "En estos momentos no hay ningún calendario de reuniones establecido", admitió Nadal.

El retraso, sin embargo, no parece incomodar a la Generalitat. El consejero de Política Territorial negó en la rueda de prensa posterior a la reunión del Gobierno de ayer que se pueda hablar de incumplimiento de la palabra del presidente. "Zapatero dijo que esto se haría en otoño, y otoño acaba el 21 de diciembre, que yo sepa".

Pese a todo, las esperanzas de que haya un cambio de gestión del aeropuerto en lo que queda de legislatura son escasas, casi nulas. "Lo que hay que hacer es hablarlo bien, sin prisas añadidas", dijo un Nadal que, sin embargo, se mostró optimista para que en los próximos meses haya "avances" sobre este asunto.

Si el cambio de gestión de El Prat se retrasa, ello también puede acabar perjudicando a los tres aeropuertos secundarios de Cataluña -Girona, Reus y Sabadell-. Y es que la Generalitat aceptó el pasado verano que estos tres aeropuertos, cuya gestión por parte de la Generalitat ya está prevista en el Estatuto, no cambien de gestión hasta que haya un acuerdo más amplio y que incluya también el consorcio de El Prat. En la práctica, esto significa que esta legislatura acabará sin que la Generalitat pueda gestionar ninguno de los cuatro aeropuertos catalanes.

El mes próximo está prevista una nueva reunión de la comisión bilateral Estado-Generalitat. En este encuentro podría decidirse la apertura de negociaciones sobre los aeropuertos, pero la inmediatez de las elecciones impedirá cerrar acuerdos.