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La policía detiene a Bhutto para evitar una manifestación

El régimen paquistaní prohíbe la "larga marcha" opositora

La policía paquistaní detuvo ayer a la líder opositora Benazir Bhutto. Esta es la fulminante respuesta del general Musharraf al desafío que había planteado la líder del Partido Popular de Pakistán (PPP) horas antes. Bhutto había llamado a los ciudadanos a tomar las calles y sumarse a la "larga marcha" opositora.

Pero el régimen del general Pervez Musharraf mantiene el estado de excepción y, como ya había anunciado poco antes, no iba a tolerar la manifestación: "Vamos a detener a cualquiera que intente romper las leyes, y la señora Bhutto tendrá que sufrir las consecuencias si lo hace", explicó ayer, en conversación telefónica, el viceministro de Información, Tariq Azim. Así se hizo. La agencia de noticias Bloomberg hablaba ayer de miles de guardias de seguridad y policías antidisturbios desplegados alrededor de la casa de Latif Khosa, un senador del PPP, donde Bhutto se aloja, en Lahore.La líder opositora había decidido no amilanarse: "Sé que es peligroso, ¿pero qué alternativa hay cuando el mismo país está en peligro?", dijo ayer antes de ser detenida en Lahore, desde donde preveía iniciar la movilización que llegaría hasta la capital, Islamabad, a 270 kilómetros.

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Aumentan las presiones sobre Musharraf

Los detenidos se acumulan desde que se instauró el estado de excepción hace 10 días y los militares exhiben sus bayonetas.Bhutto exige a Musharraf que deje su cargo al frente de las Fuerzas Armadas, que cumpla sus promesas de elecciones en enero y restablezca a los jueces del Tribunal Supremo destituidos con la imposición de estado de emergencia.

La líder opositora aseguró que da por terminadas las negociaciones con Musharraf. "No se puede hablar con quien suspende la Constitución, impone el estado de excepción y oprime al poder judicial", aseguró. Muchos no se lo creen: EE UU presiona a ambos para que pacten la salida a la crisis, mientras la Commonwealth exigía ayer a Musharraf que suspendiera el estado de emergencia.

Elecciones sin garantías

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A la vuelta del exilio, el 18 de octubre, la ex primera ministra sufrió un atentado del que salió ilesa, en el que murieron 140 personas. El pasado viernes, la líder ya había sido puesta en arresto domiciliario cuando se disponía a asistir a una manifestación cercana a la capital.

Azim también reconoció ayer que no hay fecha para retirar el estado de emergencia y dejó abierta la posibilidad de que las elecciones "se celebren en estas condiciones". En su opinión, el resultado sería legítimo.

Los partidos opositores opinan lo contrario. El Partido Popular de Pakistán (PPP), liderado por Bhutto, considera "difícil" que las elecciones en estas condiciones pudieran considerarse libres. Desde el exilio, el ex primer ministro Nawaz Sharif, líder de la Liga Musulmana de Pakistán-N, calificó de "fascistas" las medidas, según informó el canal privado Dawn.

"Si las elecciones se celebran sin un sistema judicial independiente serán fraudulentas, inaceptables", explica el secretario de Información del partido de Sharif, Ahsan Iqbal.

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