"Sería mejor haber hecho dos bachilleratos"

Carles Mata es director del instituto público Salvador Espriu de Barcelona.

Pregunta. ¿Cómo valora la reforma del bachillerato aprobada por el Gobierno central?

Respuesta. Intenta evitar el abandono prematuro de los estudios, es decir, que haya más alumnos que sigan estudiando más allá de la enseñanza obligatoria, a los 16 años. Pero creo que la reforma no está bien planteada.

P. ¿Por qué?

R. Porque hay alumnos que ahora optan a ciclos formativos de grado superior de formación profesional que se encuentran con una muralla en el bachillerato. Lo que se va a hacer ahora, en vez de reformar el bachillerato, es alargar la estancia de los alumnos en el instituto hasta los 19 o 20 años.

"Puede suponer que el alumno abandone la intención de aprobar todas"

"La estancia en el instituto se alargará hasta los 19 o 20 años"

P. ¿Qué habría que haber hecho?

R. Dos tipos de bachillerato. Uno, adaptado para los que quieran ir a la universidad y otro para los estudiantes que se orienten hacia los ciclos formativos de grado superior de formación profesional. Las materias comunes podrían ser iguales para los dos tipos de bachillerato y las materias de modalidad y optativas estarían adaptadas a lo que el alumno vaya a estudiar después. Y de esta manera no se alargaría la estancia en los centros más allá de dos años en el bachillerato.

P. La reforma ya está aprobada para que arranque dentro de dos cursos. ¿Qué cree que pasará ahora en los centros?

R. Se ha buscado una medida que puede ser perversa en sí misma. Se nos dice que los alumnos que suspendan tres o cuatro materias podrán repetir curso, o bien, con el permiso paterno, matricularse en 1º de las materias suspendidas y ampliar la matrícula con dos o tres materias de 2º, que las determinarán las administraciones educativas de cada comunidad.

Estas materias de 2º no pueden tener una continuidad con las asignaturas de 1º suspendidas y la matrícula estará condicionada a aprobar las materias pendientes de 1º. Esto puede suponer que el alumno abandone desde el primer año la intención de aprobar todas las materias y se concentre en aprobar sólo las necesarias para poder acogerse a la partición del curso. Hubiese sido más sencillo permitir esa partición desde el primer momento. Con lo cual los centros no tendrían tantos problemas para organizar el cambio.

P. ¿Qué tipo de problemas se pueden plantear en los institutos?

R. En los medianos y pequeños creo que puede haber problemas de incompatibilidad horaria ya que será imposible matricular al alumno en 1º y a la vez en 2º porque la variabilidad de las materias suspendidas de cada alumno será enorme.

Insisto en que la Administración debe decir qué materias podrán elegir los alumnos que pasen de curso con asignaturas pendientes. Hay que limitar la capacidad de opción porque, de lo contrario, la optatividad será tan alta que no la podremos manejar.