La ruta de los maquis
Quesada diseña 11 itinerarios sobre los últimos guerrilleros antifranquistas
En Quesada (Jaén) cuando quieren asustar a los niños no se les dice que viene el hombre del saco, sino ¡que vienen los maquis! Y no es para menos. El paisaje abrupto de estas sierras del sur del parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas, y su condición de paso estratégico hacia el Levante, sirvió de refugio para muchos de los últimos guerrilleros antifranquistas. Ahora, más de medio siglo después de que los maquis abandonaran su lucha, el Ayuntamiento de Quesada, junto con la Consejería de Turismo, ha puesto en marcha la llamada Ruta de los Maquis, con 11 itinerarios diferentes que discurren por los senderos, cortijos y cuevas que fueron escenario de la última resistencia armada que tuvo el régimen franquista muchos años después de acabada la Guerra Civil.
El cadáver de 'El Ramiro' fue expuesto en la plaza pública
"Los maquis fueron luchadores por la democracia"
Pedro Plaza y Nicolás Garrancho eran unos jovenzuelos cuando fueron testigos de la captura del último maquis de la provincia de Jaén: Manuel Calderón, El Ramiro, natural de Ítrabo (Granada). Éste formaba parte del batallón capitaneado por el motrileño Manuel Pérez Rubiño, que se ocultaron en estas sierras procedentes de Baza (Granada). El 26 de febrero de 1952, en una emboscada de la Guardia Civil fue abatido El Ramiro (sus compañeros lograron huir) y su cadáver fue expuesto en una plaza pública antes de ser enterrado en el cementerio local. "Los más franquistas querían incluso colgar su cuerpo después de muerto, pero lo impidió el cura", recordaba ayer Nicolás Garrancho mientras recorría algunas de las rutas.
Quesada no sólo fue uno de los últimos asentamientos de los maquis -se calcula que hubo unos 6.000 en toda España, y varios cientos de ellos se escondieron en las sierras de Jaén- sino que también sufrió como pocas localidades la represión franquista. "Aquí se instaló una brigada de militares nacionales que hizo estragos, como cuando fusilaron a 22 quesadeños y a otros 80 los internaron en campos de concentración", rememora Pedro Plaza.
La Ruta de los Maquis, cuyos itinerarios han sido diseñados por la empresa El Villalta, atraviesa lugares de gran belleza paisajística, entre ellos el Nacimiento del Guadalquivir, en la Cañada de las Fuentes, el paraje de La Mesa, donde se localizan las pinturas rupestres declaradas Patrimonio de la Humanidad, el Puerto de Tíscar, Belerda, la Cueva del Agua o el Tranco del Lobo, donde mataron al último maquis, en un terreno quebrado donde abundan los pinos laricios milenarios que antiguamente sirvieron para la construcción de los buques de la Armada. Este itinerario turístico es bien recibido por los quesadeños, como Eugenio Fernández, de 72 años, que ha visto como una de las rutas parte desde su puerta, en la plaza del Pozairón. El alcalde, Manuel Vallejo, dice que con esta ruta temática se quiere hacer un reconocimiento "a las personas que lucharon por unos ideales de libertad". La delegada de Justicia en Jaén, María Luisa Gómez, recuerda que la Ley de Memoria Histórica reconoce a los maquis como "luchadores por la democracia" e hizo que se suprimiera de sus expedientes los términos de bandoleros y malhechores.
Quesada celebra hasta hoy sábado unas jornadas sobre los maquis. Entre los ponentes, el presidente de la Asociación de la Memoria Histórica de Jaén, Miguel Ángel Valdivia, lamentó el carácter denigrante que ha tenido durante mucho tiempo la palabra 'maqui', de origen francés. "Ya es hora de reparar las injusticias históricas", señaló la delegada de Justicia, que homenajeó a estos combatientes con estos versos de García Lorca: "Quiero dormir, un rato, un minuto, un siglo, pero que todos sepan que no he muerto".
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