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El Consejo Nuclear acepta la quema de madera radiactiva de Zorita

Las 39 toneladas de palés contribuirán a generar electricidad en una térmica - La planta tiene listo el almacén temporal para el combustible gastado

Unión Fenosa, propietaria de la nuclear de Zorita, ha obtenido el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para quemar 39 toneladas de madera de muy baja radiactividad. La madera se quemará a lo largo de tres años en una central de carbón y contribuirá a producir electricidad. Esta es la primera vez que Unión Fenosa pide la desclasificación de material radiactivo del desmantelamiento de Zorita para quemarlo.

Aunque autorizar la quema de maderas no es demasiado problemático, en los próximos meses es previsible que el consejo deba autorizar el tratamiento como residuos convencionales de otros materiales radiactivos más polémicos, como metales.

La nuclear de Zorita paró definitivamente el 30 de abril de 2006. Desde entonces, la principal actividad ha sido la construcción de una gran losa que albergará las 12 cápsulas con las 135 toneladas de residuos radiactivos de alta actividad. La construcción de la losa concluyó en septiembre y la empresa espera el permiso del Ministerio de Industria para comenzar a extraer el combustible gastado, activo durante miles de años.

Pero la mayor parte del material no es tan radiactivo. La central guarda unas 620 toneladas de residuos de baja y media actividad, que en su mayoría acabarán en el almacén de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) en El Cabril (Córdoba). Y aún queda un resto que puede ser tratado como residuo de muy baja actividad.

El pasado 24 de octubre, el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear acordó "la desclasificación de maderas de muy baja actividad" de Zorita. Se trata de palés que en algún momento han sostenido elementos radiactivos. La empresa medirá la radiación y, si es nula o está por debajo de unos umbrales que fija el Consejo, se podrán quemar "en una central térmica de carbón". La empresa tiene permiso para quemar 13 toneladas de madera al año durante tres años.

El proceso ya se usó en el desmantelamiento de Vandellòs I y es habitual en aparatos de muy baja actividad, cuya dispersión en el aire no supone un aumento sustancial de radiación.

La cantidad de madera es despreciable en comparación con el carbón que consume una térmica y fuentes de Unión Fenosa insisten en que no se quema allí para producir electricidad sino para tratarlo como un residuo convencional. Cada año, Unión Fenosa enviará al consejo un informe con la cantidad de madera quemada y su radiactividad, entre otros datos.

Por otra parte, el incidente del domingo en la central de Almaraz II (por un fallo en la bomba que introduce el agua en la piscina en la que se enfría el combustible) obligó a evacuar la zona de contención de la planta.

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