El poder de Francia
Francia fue la potencia colonial del país africano entre 1900 y 1960. Hoy día tiene ahí destacados 1.200 soldados, seis aviones Mirage, helicópteros, así como aviones de transporte y nodriza. París es el principal socio comercial de Yamena. El actual presidente chadiano, el general Idris Déby, es un hombre del Norte, que pertenece a una de las etnias minoritarias, al igual que sus antecesores. Sobre el papel, este musulmán no era el hombre de París, pero, para mantenerse en el poder, necesita de la ayuda de los militares franceses que, el pasado abril, le salvaron del ataque de los opositores del FUC (Front Uni pour le Changement).
El entretejido de intereses franceses en África, heredado de su imperio colonial, explica su peso militar y diplomático en la región, hoy en peligro ante las inversiones estadounidenses y chinas, estas últimas detrás del actual conflicto en Darfur entre Sudán y Chad.
Ninguno de los datos aquí expuestos concierne a España. Nuestra Embajada en Chad está... ¡en Camerún! Desde la caída del muro de Berlín, Francia intenta europeizar su política africana, pero encuentra grandes dificultades porque el reparto de gastos comporta un idéntico reparto de beneficios.
La liberación parcial de los detenidos en Yamena no ha generado en París ni el mismo entusiasmo ni las mismas críticas que en Madrid. La oposición parlamentaria duda de que la diplomacia francesa deba depender de un presidente que se comporta como el Zorro u otro personaje de cómic, que lo transforma todo en materia de espectáculo y deja a los embajadores franceses o al ministro de Exteriores como muñecos inútiles.
El embajador galo en Yamena aseguraba hace siete días que todos los detenidos debían ser juzgados por la justicia chadiana y cumplir pena en el país africano. Sarkozy le ha desmentido. Su viaje responde, al margen del beneficio político que pueda sacar de todo el montaje mediático, a la necesidad de recuperar el tiempo perdido por la vacilación diplomática, a la necesidad de demostrar que el país es una potencia que no olvida ni abandona a sus compatriotas, y a la necesidad de garantizar el despliegue de 3.000 militares europeos -1.500 franceses- el próximo diciembre en la zona de Darfur.
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