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Reportaje:

Cambia el canto de los pinzones

Una pareja de biólogos continúa la labor de Darwin en las islas Galápagos

Si Darwin levantara la cabeza, seguramente estaría satisfecho del trabajo realizado por un incansable matrimonio de biólogos, que llevan desde 1973 estudiando los pinzones que habitan la isla Daphne Mayor, en el archipiélago de Galápagos, a 1.000 kilómetros de la costa de Ecuador.

En los últimos dos o tres millones de años han aparecido 13 especies
El tiempo de aprendizaje en los pájaros es muy corto

Desde entonces, Rosemary y Peter Grant han analizado más de 19.000 ejemplares de 25 generaciones de estas pequeñas aves. Los Grant, profesores de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, demostraron que los cambios muy rápidos en el tamaño del cuerpo y pico en respuesta a los cambios en el suministro de alimentos son conducidos por la selección natural. También aclararon los mecanismos por los cuales se presentan nuevas especies y cómo la diversidad genética se mantiene en poblaciones naturales.

La Daphne Mayor, sujeta a drásticos fenómenos climáticos como el del Niño, es una isla de difícil acceso, sin agua potable e interferencia humana. Por tanto, es un ambiente perfecto para estudiar la evolución natural de las especies. "En los últimos dos o tres millones de años han aparecido 13 especies de pinzones procedentes de un mismo antepasado común", cuenta afable Peter Grant. Los Grant, autores de varios libros y protagonistas de otro que valió a su autor un Premio Pulitzer, expusieron recientemente en el Cosmocaixa de Barcelona los resultados de sus investigaciones, en una conferencia que forma parte del programa de medio ambiente de la Obra Social de La Caixa.

Estos biólogos observaron que en época de sequía, como en el periodo 2002-2005, las aves que más sobrevivieron fueron los pinzones de mayor tamaño y con un pico suficientemente grande para abrir las semillas grandes y duras; lo opuesto sucedió con las lluvias provocadas por el Niño en 1993: la especie que más sobrevivió fue la de pico más pequeño y cuerpo más menudo, ya que entonces las semillas que encontraban eran blandas y pequeñas.

Estos biólogos siguen tratando de juntar las piezas del rompecabezas. Además de estudiar las variaciones que se están produciendo en el canto de los pájaros, trabajan con los científicos, liderados por Cliff Tabin, que han descubierto los genes -sólo dos- cuya mayor o menor expresión en cada especie cambia el ancho y la longitud del pico. En 2006 publicaron en Science el primer ejemplo de cambio morfológico producido por la competición entre dos especies.

Y es que la evolución de los pinzones de las Galápagos que han estudiado los Grant consta de dos fases: la evolución genética, que se observa en el tamaño del cuerpo y del pico de los pájaros, y la evolución cultural, que se encuentra en el canto de estas aves. "La evolución genética y la cultural interactúan entre ellas", dice Peter Grant, "y ocurre desde que nace la especie hasta que muere, y no se pueden separar en ningún momento", precisa Rosemary Grant.

Los pinzones aprenden a cantar durante un periodo muy corto, entre el día 10 y el día 40 después de salir del huevo, mientras les alimentan los progenitores. Como sólo canta el macho en ese momento, las crías aprenden de éste la forma de hacerlo. No está cambiando cómo aprenden los pinzones el canto, pero sí el canto que aprenden: "Si un humano aprende suahili formaría parte de la sociedad que habla esa lengua. Los idiomas cambian con el tiempo y el canto de los pájaros, igual".

Hace años, los Grant observaron que una especie de pinzón hacía muesli-muesli y otra, cha-cha-cha. Ambos cantos sonarían igual de diferentes que el español de España y el de Ecuador, o el inglés del Reino Unido o Estados Unidos, explica Peter Grant. "Ahora el pájaro que canta cha-cha-cha lo hace más rápidamente y con un tono inicial más agudo. Creemos que pueden ser accidentes en el aprendizaje, pero no entendemos muy bien por qué, durante los últimos 35 años, de generación en generación se producen estos errores o diferencias a la hora de copiar la cría el canto del padre", dice.

"Los humanos tenemos en el cerebro centros del lenguaje", añade la bióloga. "Son componentes genéticos, y los pájaros también los tienen; pero la diferencia es que los humanos tenemos toda la vida para aprender y en los pájaros el tiempo de aprendizaje es muy corto". ¿Cómo suceden estas pequeñas variaciones? Estos científicos creen que una de las razones podría ser que cuando una especie invade el nido de otra, alguno de los huevos consigue sobrevivir a la invasión.

"Ese polluelo aprenderá el canto del padre adoptivo de la especie invasora", dice. "Si las condiciones son apropiadas para la supervivencia, la especie invadida, que habrá aprendido el canto del invasor, se cruzará con ella". Sin embargo, se ha de tener en cuenta que los machos y las hembras se aparean por el canto, "y los cruces entre especies de pinzones son raros, sólo sucede entre el 1% y el 2% de éstos", añade el investigador.

"Estamos estudiando si los cambios en el canto de los pinzones hacen aumentar o disminuir esa posibilidad de cruce entre especies", añade.

En los primeros años del estudio vieron que los pájaros híbridos no sobrevivían. Pensaron que no podían reproducirse entre ellos o que era debido a que la alimentación no era la correcta y el ave híbrida se encontraba entre dos tamaños de cuerpo y pico y el tipo de comida que encontraba no le beneficiaba.

La biodiversidad en las islas Galápagos está amenazada por las enfermedades transmitidas por organismos transportados por el turismo y el abastecimiento. "Se ha detectado una forma de malaria que ha venido de Suramérica a través de un mosquito. "Últimamente hemos descubierto una mosca llegada en las últimas décadas que pone huevos en las fosas nasales de los pinzones y llega a matarlos, podría extinguirlos", afirma Peter Grant.

Afortunadamente, la Daphne Mayor está muy protegida: "Somos muy cuidadosos para evitar llevar ningún insecto o semillas y también tenemos cuidado durante nuestra estancia". Sin embargo, el cambio climático no está afectando a la evolución de los pinzones, "porque la transformación es muy suave, a diferencia de fenómenos como el Niño", explican.

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