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La N-I estrangula Guipúzcoa

El año pasado registró 1.230 accidentes, 355 de ellos con víctimas - Los transportistas hablan de "colapso total" entre San Sebastián y Andoain

Mikel Ormazabal

"La N-I ya no traga más". Eso dicen los transportistas, lo reconocen los responsables políticos y lo corroboran las estadísticas. La principal vía de tránsito que atraviesa Guipúzcoa, un eje estratégico de comunicación transeuropea, es la carretera más peligrosa de Euskadi, un foco permanente de atascos y accidentes. Soporta a diario un volumen de tráfico muy superior al que admite su capacidad y se cobra un promedio de una víctima al día.

"Es tal la congestión que las colas se forman incluso en el radar de Andoain", afirma Xabier Sarasua, transportista que pasa ocho horas al volante de un tráiler haciendo la ruta entre Lasarte-Oria y Tolosa.

"El asfalto tiene cientos de parches y grietas como hojas de cuchillo"
En 276 siniestros hubo cinco muertos, 39 heridos graves y 347 leves
La Diputación confía que en 2010 mejore la situación de las carreteras

"La N-I nos cuesta la salud, gasóil, mal genio y muchas horas de trabajo. No da más de sí, es intransitable y se encuentra en un estado penoso", afirma Lorenzo García, otro camionero. Avelino la sufre también "con resignación", porque "la conducción es muy complicada". "El día que no hay accidente, el tráfico se complica por las obras o la lluvia", añade.

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El último estudio de aforos de tráfico en Guipúzcoa, referido a 2006, es demoledor: por la variante donostiarra, donde confluyen la N-1 y la A-8 pasan 120.883 vehículos cada jornada -83 vehículos al minuto, 1,4 por segundo-, pero concentrados en unas pocas horas punta. Esta trama periurbana, de 5,2 kilómetros de longitud, está al borde del colapso circulatorio.

Más preocupante aún es lo que dice el Anuario Estadístico de Accidentes de Tráfico que elabora Interior. El año pasado, en la N-I se registraron 1.230 accidentes en total. En 276 de estos siniestros hubo víctimas -cinco muertos, 39 heridos graves y 347 leves-. Si a esta cifra se le suma los 79 acaecidos en la variante de San Sebastián, donde la N-I se funde con la A-8, resulta que en apenas 80 kilómetros de carretera se produjeron 355 accidentes con víctimas en un año. A su paso por Álava (70 kilómetros de longitud), con una intensidad media mucho más reducida (35.000 vehículos en Armiñón), se contabilizaron 78 siniestros con víctimas.

La elevada siniestralidad de la N-I entre el puerto de Etxegarate y la frontera es comparable con la que tiene el tramo guipuzcoano de A-8, un total de 1.400 accidentes, una cifra muy superior a los 904 registrados en el trazado vizcaíno de la misma autopista.

Andoain es uno de los municipios que padecen el efecto estrangulador de la N-I. Por el barrio de Bazkardo pasan a diario 70.000 vehículos, de los que un 10% son pesados. Así todos los días durante la última década, desde 1998. El Ayuntamiento ya ha trasladado de forma reiterada su malestar a la Diputación: "Hay atascos continuamente. Los conductores tratan de eludir las caravanas entrando por el centro del pueblo, incluidos los camiones con carga peligrosa. Se colapsa todo y nos causa un trastorno tremendo. Hay problemas para ir a los colegios, al trabajo, y nos genera un gasto muy alto de mantenimiento del asfaltado, las aceras...", se queja Estanis Amutxastegi, teniente de alcalde. "Se ha puesto de moda poner como excusa los atascos de la N-I cuando se llega tarde a una cita", asegura.

Este Ayuntamiento está en conversaciones con la institución foral para construir una autovía de tres carriles entre la autovía del Urumea, en Bazkardo, y la conexión a la A-15, en Sorabilla, desplazando la actual N-I más allá del río Oria. Esta solución permitiría dejar la primera como una "ronda de servicio" para Andoain, explica el edil socialista. Existe un "estudio preliminar" de una ingeniería que analiza el consistorio. Amutxastegi, en todo caso, sostiene que "los males de la N-I son más profundos".

Los camioneros, como Xabier Sarasua, afirman que "se conduce muy mal" y que "casi todos los vehículos y muchos camiones" no respetan el límite de velocidad de 80 kilómetros por hora. Sólo reducen la marcha cuando se aproximan al radar de Andoain. Lorenzo García es más crítico con el estado de esta infraestructura: "En el asfalto se forman grietas como hojas de cuchillo, es muy deslizante, está plagado de parches, las juntas de dilatación están levantadas, no se limpian bien las manchas de aceite y combustibles..."

¿Y qué solución propone el responsable de esta carretera? La Diputación no encuentra la fórmula. Ha descartado crear más carriles, como está haciendo en la A-8, porque lo impide la orografía. Ahora se pretende poner en marcha un plan coordinado con Interior para reducir los atascos, consistente en abrir 33 puntos en la mediana a lo largo de toda la N-I para desviar los vehículos por uno de los carriles del sentido contrario cuando se produzcan las incidencias.

La Diputación, que hace alarde de que va a invertir 1.300 millones en carreteras, lo fía todo a la culminación de la denominada "rotonda de Guipúzcoa", que no estará completada antes de 2010. Además, para esa fecha quiere comenzar a cobrar peajes en todas las vías de alta capacidad. Poner en servicio el segundo cinturón de San Sebastián, la AP-1 (Eibar-Vitoria), la autovía del Urumea y el corredor Beasain-Durango permitirá, a juicio de los responsables forales de Carreteras, gestionar los flujos de tráfico y reducir la actual congestión.

En Guipúzcoa se ha abierto un debate en los últimos dos años sobre la necesidad de cobrar un peaje para transitar por todas las vías de alta capacidad, incluida la N-I. Sin contar con los territorios limítrofes, se baraja la posibilidad, apoyada por el PNV, EA y el PSE, de aplicar un canon anual o viñeta a todos los vehículos que las utilicen.

Una larga hilera de camiones transita por la variante de San Sebastián a su paso por el barrio de Amara.
Una larga hilera de camiones transita por la variante de San Sebastián a su paso por el barrio de Amara.JESÚS URIARTE

El tráfico en Euskadi

- La variante de San Sebastián (la confluencia de la A-8 y la N-I), de solamente dos carriles en cada sentido, sobrepasa los 120.000 vehículos diarios en el túnel de Aiete.

- En la N-I, el punto más saturado es Andoain, con 71.300 vehículos; por Etxegarate entran a Guipúzcoa casi 20.000.

- Los once accesos a Bilbao absorben 352.000 vehículos diarios.

- La Solución Sur (A-8) vizcaína registra un promedio de 106.000 vehículos. Por el puente de Rontegi (N-637) cruzan 122.000 y en dirección a Cantabria por Ugaldebieta transitan casi 75.000 vehículos. El corredor del Txorierri tiene una circulación media de 55.000 vehículos.

- En Álava, la mayor densidad en la N-I se da a su paso por Armiñón y Subijana, con casi 40.000 vehículos al día.

- El tránsito de mercancías por Euskadi superó en 2003 los 29 millones de toneladas.

- Un informe del Gobierno cifra en 3.514 millones de euros los costes externos del transporte en Euskadi en 2000.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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