_
_
_
_

La Guerra Civil española, éxito en las librerías británicas

Un 'thriller' sobre la contienda vende 350.000 ejemplares

Elisa Silió

El británico C. J. Sansom (Sussex, 1952), abogado con un doctorado en Historia, había alcanzado en Reino Unido un notable éxito con novelas sobre la dinastía de los Tudor -El gallo negro y Fuego oscuro, publicadas en Salamandra-, pero nunca pensó que Invierno en Madrid (Ediciones B), que había escrito arrastrado por su fascinación por la Guerra Civil y la posguerra en España, se convertiría en un superventas en su país. Segundo puesto en la lista de ficción, 350.000 ejemplares vendidos y excelentes críticas -le han llegado a comparar con Graham Greene- avalan un trepidante thriller de espías de más de 600 páginas en el que Sansom no ha perdido de vista el rigor histórico.

"A los ingleses les interesa el conflicto por su conexión con la Segunda Guerra Mundial"
"Es hora de volver al pasado y rectificar lo malo que hizo el franquismo"

"Cuando en los setenta estudiaba en la Universidad de Birmingham tuve como asignatura monográfica la Guerra Civil y me interesó su dramatismo. He visitado muchas veces España y desde entonces tuve claro que era un periodo de la historia del que quería escribir", cuenta en conversación telefónica desde Reino Unido. En Invierno en Madrid, Harry Brett, herido en Dunkerque, es invitado por el servicio de espionaje británico a viajar a Madrid y hacerse pasar por traductor de la embajada. El objetivo, descubrir los turbios negocios de un compañero de colegio, Sandy, novio ahora de una vieja conocida, antigua amante a su vez de un brigadista inglés.

Sansom tuvo claro que se atendría a la realidad en lo posible -en el prólogo alerta sobre unas leves licencias históricas que convenían a la trama-, pero era consciente de que su origen británico podría levantar recelos. Así que optó por que sus protagonistas fuesen británicos: "Sabía que iba a ser complicado porque es un tema controvertido. Mucha gente tiene familiares que sufrieron en uno de los bandos. Así que quise que los actores principales mirasen el conflicto con el punto de vista de alguien de fuera. Ésa es la estructura básica de Invierno en Madrid y me facilitó las cosas. Ahora sé mucho de lo que ocurrió".

Sansom visitó los lugares de los que habla (Madrid, Aragón o Burgos), recogió testimonios y, sobre todo, leyó mucho. "Lamentablemente mi español no es muy bueno y me he servido especialmente de bibliografía británica. La biografía de Franco escrita por Paul Preston es excelente para entender el contexto internacional y las condiciones en las que se vivía".

Los editores de Sansom no las tenían todas consigo. Pensaban que el libro quizá no funcionaría al tratarse de un drama ajeno. Erraron en su pesimista vaticinio. "En Reino Unido casi todo el mundo sabe qué ocurrió en España y, sobre todo, la gente quiere leer sobre la Segunda Guerra Mundial, y este libro muestra un aspecto del conflicto -los intentos nazis de involucrar a España en el frente- muy poco conocidos", argumenta el autor.

Sansom se extraña de la "poca cantidad" de novelas ambientadas en la Guerra Civil escritas en España frente a multitud de "ensayos estupendos" existentes. "Quizá resulta más fácil centrarse en los hechos en sí y no en las connotaciones emocionales. Debe de ser complicado para un español afrontar desde la ficción una historia tan dramática y cercana". No esconde que en su país persiste una visión romántica de la República: "Nace porque hubo muchos brigadistas británicos que lucharon en el bando republicano. Además, el ejército británico batallaba contra el fascismo y el régimen de Franco era visto como tal. Pero también se ha criticado la postura de los comunistas, que sólo contaban con el apoyo armado de Rusia".

Los esfuerzos de Sansom por ser imparcial son evidentes. Aunque haya dedicado Invierno en Madrid a los niños republicanos de los orfanatos. "Mi opinión sobre Franco ha empeorado tras todo lo que he leído, pero tampoco quería decantarme por los comunistas. Diría que he intentado ser realista, no imparcial".

De la Ley de Memoria Histórica Sansom hace un balance positivo: "Es hora de volver al pasado para no olvidarlo y rectificar todo lo malo que hizo el régimen franquista. La democracia está muy consolidada y España no se va a romper por esto. No habrá una polarización política. O, al menos, eso espero".

Acaba de terminar un libro ambientado en Inglaterra y ahora pretende descansar. Con todo, le tienta la Segunda Guerra Mundial y es posible que pronto vuelva a centrarse en España. "Por ahora me contento con que les guste".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_