Las empresas españolas tienen 6.000 millones en paraísos fiscales
Islas Caimán y Panamá son los refugios preferidos para evadir impuestos
Las empresas españolas han sacado legalmente del país casi 6.000 millones de euros a través de paraísos fiscales en los últimos 10 años. Los datos oficiales de la Sociedad de Inversiones Exteriores, dependiente del Ministerio de Industria, revelan que las Islas Caimán son, con diferencia, el lugar favorito para ahorrar impuestos y trámites, seguidas de Panamá, Islas Vírgenes y Bermudas.
Se trata de un esquema cada vez más sofisticado de deslocalización del capital de las multinacionales españolas. Los depósitos o inversiones en paraísos fiscales no sólo ahorran muchos impuestos, sino que otorgan opacidad y ventajas para realizar inversiones reales en otros países sin pasar por el control de las leyes españolas.
Casi el 80% del dinero que opera en los paraísos fiscales son inversiones bancarias o de servicios financieros (de cuenta a cuenta) y en sociedades de cartera (holdings), que en estos países pueden crearse en 24 horas y casi sin papeleo.
El presidente del Comité de Asuntos Fiscales de la OCDE, Paolo Ciocca, advierte de que "ningún país en solitario, ni un pequeño grupo de países, pueden regular el problema de los paraísos fiscales indeseables. Es un problema que requiere una respuesta mundial".
Llamada de atención
La propia OCDE llamó la atención hace dos semanas, en su último informe sobre el fraude fiscal internacional, a tres países de la organización por "mantener importantes restricciones al acceso a cuentas bancarias con fines fiscales". La denuncia cita expresamente a Austria, Luxemburgo y Suiza, así como a los clásicos paraísos de Panamá, Chipre, Liechtenstein y Singapur. El informe sobre evasión tributaria admite que aún se está muy lejos "del cumplimiento de las normas fijadas internacionalmente en los últimos años" para combatir la evasión y el dinero negro.
Lo cierto es que, para atraer capitales, varios países occidentales se han dotado de sistemas societarios muy similares al de los denominados paraísos fiscales off shore. Es el caso de Austria y Suiza, denunciados en el último informe de la OCDE. Sólo en 2006, Austria ha captado 709 millones de empresas españolas, más que en la suma de los años anteriores.
Algo parecido sucede en Suiza, adonde han ido a parar 5.701 millones de "inversión empresarial directa neta" española y más de 10.000 millones si se incluyen las Entidades Tenedoras de Valores Extranjeros (ETVE), fórmula española para competir con los paraísos.
"Hablar de inversión en paraísos fiscales es un formulismo. En realidad es dinero que sale de España para ser colocado en otro país. El paraíso es una estancia barata y ágil que permite escalonar la globalización de una multinacional española", explica Enrique Rodríguez Vázquez, consultor empresarial de Canitrot y Asociados.
Si se incluye la salida de dinero español hacia países europeos con ventajas fiscales para este tipo de operaciones, la cifra supera los 39.000 millones de euros en los últimos 10 años, casi el 10% de toda la inversión española en el exterior. La lista de estos países está encabezada por Holanda, con un régimen de captación (las denominadas BV holandesas) y ahorro fiscal, frecuentemente utilizado por las compañías españolas. "Holanda y Luxemburgo son los países con mayor flexibilidad internacional y ese diseño ha llegado a España con las ETVE", indica José Enrique García-Romeu, director del departamento de tributación internacional de Ernst & Young Abogados.
La Comisión Española de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac) investiga la asociación de dinero negro a las rutas de inversión en paraísos fiscales. Si han salido 39.000 millones de España hacia estos países y con todos los papeles en regla, ¿cuánto dinero negro puede haber acompañado a estas operaciones?
"¿Dinero negro? Ni idea. Yo no lo veo ni tengo constancia", señala José Antonio Bustos, socio de Deloitte. "No hay dinero negro asociado al blanco, al menos no en nuestro caso. Sólo trabajamos con compañías auditadas; tal vez eso pueda producirse entre las pequeñas empresas", apunta García-Romeu. "Las firmas buscan, como es lógico, tributar lo menos posible. El uso de paraísos, o de países como Holanda, para montar cabeceras o holdings de empresas españolas ofrece deducciones para operar en otros países o deducciones por reinversión", precisa Pablo Moro, socio de Solventis Coporate Finance.
Una práctica habitual
La utilización legal de los paraísos fiscales es práctica común entre las grandes multinacionales españolas para ahorrar impuestos, agilizar operaciones y evitar trámites, como la presentación anual de cuentas o los procesos de verificación de los accionistas. "Los paraísos fiscales y los países europeos como Holanda se usan por flexibilidad societaria y por motivos fiscales legítimos", explica el experto de Ernst Young Abogados, José Enrique García-Romeu, quien antes de trabajar en la consultora privada estuvo del lado de la Administración. "El legislador español se conoce todos los trucos", dice García-Romeu, quien subraya que las BV holandesas "sirven para lavar rentas que tienen derecho a exención con otras que no, o para inversiones especulativas de grandes empresas".Casi todos los grupos internacionales españoles operan con filiales en Holanda, aunque no dispongan de activos ni mercado en los Países Bajos. El director de tributación internacional de Ernst & Young opina que, por el contrario, "una inversión en un paraíso fiscal es totalmente ineficiente porque te trae todos los problemas del mundo".José Antonio Bustos, de la consultora Deloitte, considera que estas salidas del dinero permiten estructurar la inversión exterior de las empresas. "No se hacen", dice Bustos, "para pagar menos impuestos, sino para no pagar dos veces; lo que te garantizan esos movimientos es que sólo tributas en el país donde realmente vas a desarrollar tu actividad".
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