El PP impone la asimetría fiscal en los ayuntamientos de las grandes ciudades
Los consistorios de Alicante y Castellón suben impuestos, Valencia aplica sólo el IPC y Gandia y Sagunto nada
En otoño toca subida. Pocos meses después de las elecciones municipales, los ayuntamientos revisan los impuestos y echan cuentas de lo que recaudarán de sus vecinos de cara a un nuevo ejercicio. Una tarea que intentan vender lo mejor posible, aunque con fortuna desigual. Unos se aferran a que sólo incrementan el Índice de Precios al Consumo (IPC), alguno presume de no mover ni eso, y otros aguantan el chaparrón al aprobar subidas que no se pueden disimular. Las consignas de partido, de evitar subidas que duelen, chocan con la realidad. Este año no hay sintonía impositiva en el PP. En las grandes ciudades se ha impuesto la asimetría fiscal. Cada uno por su lado.
Valencia tiene el tipo de IBI más alto. Gandia no lo mueve desde 2000
En Alicante, el alcalde, Luis Díaz Alperi, ha intentado sin éxito frenar la bronca política que le ha valido la decisión de subir un 4,48% el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que resulta de aumentar el coeficiente para fincas urbanas del 0,74 al 0,77, según cálculos de la oposición. Una vivienda con un valor catastral de 75.000 euros pagará 24,75 euros más, según los socialistas. En su propuesta inicial, el equipo de Alperi argumentó la necesidad de incrementar los ingresos ante la bajada de recaudación de otras tasas vinculadas a la construcción. Los socialistas pusieron el grito en el cielo y no tardaron en recordarle que en la campaña electoral prometió "mantener la contención en los impuestos".
Díaz Alperi no se ha parado en el IBI. El impuesto sobre vehículos lo ha aumentado un 15,2%.El recibo de un turismo de 8 a 11,99 caballos fiscales, una de las categorías mayoritarias, pasará de 49,75 a 57,00 euros (un 14,57% más). La oposición destaca que el IBI y la tasa de turismos suponen un tercio de los ingresos municipales. El tipo del impuesto de plusvalías a pagar con la venta de pisos, ya no lo puede subir más, está en el máximo del 30%.
Castellón apunta más alto aún. En la ciudad se ha desatado la tormenta con las fuertes subidas aprobadas por el PP, que también prometió en campaña que no tocaría los impuestos. En el debate del pleno del pasado jueves, el concejal de Hacienda, Juan José Pérez Macián, se desmayó antes de poder explicar a fondo alzas que doblan a las de Alicante. Sólo llegó a apuntar que es necesario cobrar más a los vecinos para atender al incremento de la población.
La oposición calificó el aumento de "demoledor". No es para menos. El impuesto de circulación, en la categoría ya mencionada, saldrá por 65,87 euros, un 10% más. Aunque la subida es menor, la tasa final supera a la de Alicante y sólo se queda por detrás, entre las grandes ciudades, de Elche. El IBI da un salto del 9%, el doble que en Alicante. Castellón, además, eleva un 4% el tipo de las plusvalías de entre uno y cinco años a porcentajes similares al resto de grandes urbes. La subida con la que el alcalde, Alberto Fabra, espera aumentar en ocho millones de euros los ingresos cuando aún le quedan por cobrar 18 del presupuesto de 2006 es generalizada. Llega al 12%, que es el caso de la tasa de basuras, que subirá 9 euros por recibo.
Valencia apenas sube, ya estaba arriba. Se lleva la palma en el impuesto del IBI, con un coeficiente del 0,974. El PP no toca el porcentaje del tipo del IBI este año porque está precisamente pendiente de la revisión catastral, como ocurre con otros muchos municipios. El crecimiento de los valores catastrales sobre los que se aplica el coeficiente se ha repartido en la última década, y ahora deberá establecerse de nuevo. El último empujón fuerte del IBI se produjo para el ejercicio de 2005.
El gobierno de Rita Barberá presume de haber aumentado sólo el IPC del 2,4% al resto de tasas. Así, la cuota de vehículos se queda en 57,66 euros, por debajo de Castellón. Los socialistas le discuten que se haya limitado a los retoques. Acusan al PP de haber aplicado incorrectamente el 2,4% al impuesto de plusvalías y de intentar camuflar una subida real del tipo como si fuera el IPC. En el pleno celebrado el viernes, con la mayoría del expediente ya aprobado, la polémica se encendió de nuevo a cuenta de la ordenanza de precios públicos para las instalaciones deportivas. "Todos los precios crecen el 2,4%", aseguró el concejal de Deportes, Cristóbal Grau. Al edil socialista Juan Ferrer le salía otra cuenta: "Las piscinas suben un 7,69%, el aeróbic infantil un 20,95% y un campo de fútbol grande un 46%. "Es el 2,4%", repitió impávido Grau.
En Sagunto, con el PP en minoría, no se moverán ni el IBI ni el impuesto de circulación. Un alza generalizada no conseguiría superar la oposición en el pleno. El IBI ya es alto. Desde 2005, cuando el anterior equipo de gobierno, encabezado por los socialistas, lo dejó en un coeficiente del 0,834, por encima del de referencia para alicantinos y castellonenses a partir de ahora. Los coches de 8 a 11,99 caballos fiscales salen por 55,03 euros al año.
En los municipios socialistas tampoco hay manual común para recaudar. En Elche, el alcalde, Alejandro Soler, se ha limitado a aplicar el IPC del 2,4%. La ciudad revisó su catastro en 2001, por lo que no se ha visto forzada a subir el coeficiente del IBI, que mantiene desde hace seis años en el 0,77. Lo que crece es el valor catastral. Por eso, sin tocar el tipo de gravamen, el aumento real para los ciudadanos de Elche en la factura será del 6%, según el PP. Entre los grandes ayuntamientos, Elche es el más caro para vehículos de 8 a 11,99 caballos. Según el gobierno local, el parque automovilístico es proporcionalmente de los más numerosos de España. Con el IPC de este año, el recibo alcanza ya los 68,16 euros.
Gandia, gobernada asimismo por los socialistas, anuncia congelación de tasas, que repite desde hace varios años. "No subimos ni el IPC", afirma la concejal de Hacienda, Ana García, que considera que el aumento de población permite más ingresos y hace innecesario tocar los impuestos. El IBI no se ha movido desde 2000, cuando se situó en el 0,775, por encima ligeramente del que ha aprobado Alicante. En el caso de los vehículos, ofrece una tasa mucho más baja que el resto, con 39,73 euros. El de plusvalías está en el 29%.
Con información de Rosa Biot, María Fabra, Cristina Medina y Sara Velert.
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