El SPD alemán cierra filas para superar la división

El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) cierra filas en su congreso, que comenzó ayer en Hamburgo, e intenta superar las divisiones de las últimas semanas sobre las correcciones a los recortes sociales de la Agenda 2010. El presidente del SPD, el primer ministro de Renania-Palatinado Kurt Beck, de 58 años, se impuso en el intento de dar marcha atrás en algunas de las reformas aprobadas por el Gobierno del ex canciller Gerhard Schröder con Los Verdes. El vicecanciller y ministro de Trabajo, Franz Müntefering, de 67 años, defendía a capa y espada que no se toque la Agenda 2010, a la que atribuye la recuperación económica de Alemania.

Los más de 500 delegados al congreso reeligieron por abrumadora mayoría al presidente Beck con un 95,45% de los votos. También los tres vicepresidentes propuestos por Beck resultaron elegidos por gran mayoría. El ministro de Exteriores, Frank Steinmeier, de 51 años, consiguió un 85,5% de votos; el ministro federal de Hacienda, Peer Steinbrück, 60 años, un 75,4% y la diputada del ala izquierda del partido Andrea Nahles, de 37 años, un 75,8%.

Estos resultados ponen de manifiesto el acuerdo del partido en conservar el equilibrio entre las diferentes tendencias. Al mismo tiempo, quedan integrados en la presidencia partidarios y defensores de la Agenda 2010 de Schröder.

Los ministros Steinbrück y Steinmeier son decididos partidarios de seguir en la línea marcada por Schröder con los recortes sociales para sanear las finanzas públicas y la seguridad social. Nahles se opone a los recortes. Beck ha encontrado con la reforma de la Agenda 2010 y la prolongación del tiempo de percepción del seguro de paro un tema para presentarse como defensor de la justicia social y poder ofrecer una alternativa a la popular canciller democristiana Angela Merkel.

En su desesperado intento por encontrar una cuestión para enfrentar a la democracia cristiana (CDU/CSU) y Merkel, que marchan viento en popa en los sondeos de intención de voto, Kurt Beck se topó con el tema de corregir la Agenda 2010 de Schröder. Trata con ello de devolver al SPD una parte de su identidad perdida como el partido de los débiles y defensor de la justicia social. Beck consiguió el apoyo del partido con su propuesta de prolongar el periodo de cobro de las prestaciones del seguro de paro. Esto le trajo la oposición del ministro de Trabajo, Franz Müntefering, que sostiene la tesis de que alargar el periodo de cobro del paro invita a no esmerarse en buscar empleo.

Los empresarios, analistas económicos y buena parte de los políticos alemanes atribuyen a los recortes sociales de la Agenda 2010 la reducción del paro y la recuperación económica de los últimos meses en Alemania.

El padre de la Agenda 2010, el ex canciller Schröder, estuvo ayer presente en Hamburgo y dirigió un mensaje de un cuarto de hora al congreso. Schröder encendió una vela a Dios y otra al diablo. El ex canciller pidió cerrar filas en torno a Beck y le dejó abierta la puerta de corregir la Agenda 2010 cuando dijo que "es un instrumento y no un objetivo".

Al mismo tiempo, Schröder alabó a Müntefering como "el mejor ministro de Trabajo de Alemania", y dijo que hay que conservar la base esencial de la Agenda 2010. Schröder no mencionó de forma abierta a la CDU o a Merkel y sólo se refirió a "la otra parte", a la que acusó de plagiar las propuestas de la socialdemocracia.

En su discurso de casi hora y tres cuartos de duración, Kurt Beck atacó a su socio de gran coalición, afirmó que la CDU es un partido "voluble e incoherente" y criticó a los ministros democristianos de Interior y Defensa.