Aguirre buscaba el apoyo del Rey para 'rehabilitar' a Losantos
La dirigente del PP quiere desvincular a la derecha del ataque a la Monarquía
El palacio de la Zarzuela no respiró ayer, al menos públicamente. Una noticia ofrecida en exclusiva por este periódico, en todas sus ediciones, revelaba que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pidió al rey Juan Carlos un "trato humano" para el periodista radiofónico Federico Jiménez Losantos (que desde hace dos años solicita públicamente la abdicación del Rey en el príncipe Felipe). La noticia tuvo eco tanto en la Zarzuela como en el palacio de La Moncloa.
Un portavoz de la Casa del Rey citado por Efe expresó "su sorpresa y asombro" porque se transcriba "una conversación privada" de don Juan Carlos.
Pero otras fuentes conocedoras de lo que ocurrió informan otra cosa. "El Monarca no creía que fuese una conversación privada. Estaban la reina Sofía y ocho personalidades en la mesa. El intercambio fue en voz alta, hasta tal punto que algunos de los comensales llegaron a intervenir". Y añadió: "No había conciliación posible".
Otra fuente presente en la recepción del día siguiente señala: "El hecho de que el día 12, en la recepción posterior al desfile se volviera a hablar sobre el almuerzo en círculos políticos de iniciados muestra la importancia del asunto".
El Rey y la Reina estuvieron acompañados por el presidente del Gobierno, la directora del Instituto Cervantes, el ministro de Asuntos Exteriores, el director de la Real Academia Española (RAE), el embajador de Argentina en Madrid, el escritor Francisco Ayala y su esposa, Caroline, y Esperanza Aguirre.
En conversación con EL PAÍS, el sábado 20, Aguirre dijo que no podía comentar la información. Fuentes consultadas dijeron que la presidenta de la Comunidad de Madrid, empero, tras hablar con EL PAÍS, explicó a diversas personas, esa misma noche del sábado 20, que en la comida del día 11 ella defendió ante el Rey el derecho a la libertad de expresión de Jiménez Losantos y lo equiparó al periodista Iñaki Gabilondo. "Eso lo tendría Esperanza en su cabeza, pero no fue lo que dijo en la comida. El nombre de Gabilondo simplemente no salió, según yo recuerdo. Lo aseguro", dijo ayer uno de los comensales. El dato fue corroborado por otro de los comensales.
Esperanza Aguirre, según las fuentes consultadas, tenía el objetivo de "apaciguar" o más precisamente propiciar un "pacto" de no agresión entre el periodista radiofónico y la Casa del Rey. ¿Por qué? Porque las algaradas minoritarias de independistas catalanes contra el Rey y la Monarquía habían contado en el otro extremo político, el de la derecha, con la gasolina que ha venido echando Jiménez Losantos desde las ondas de la cadena Cope.
Cuando este periódico le comentó el pasado sábado que quizá ella quería arreglar las cosas, Aguirre no lo negó.
La dirigente del PP tenía un especial interés en hacer una operación que algunos han bautizado de "institucionalización" de Jiménez Losantos. Si el Rey se avenía, eso permitiría a Aguirre separar al periodista de la campaña contra la Monarquía (y con él a la derecha), y además contar con Losantos para la nueva etapa de Telemadrid, que precisamente en esos días tenía entre manos.
Y el Rey no pasó por el aro.
Huellas en las ondas
El PP acusa el desgaste que provoca el hecho de que el mayor embate contra la Monarquía proceda de sus filas, de uno de sus grandes agitadores en las ondas, Federico Jiménez Losantos. La secuencia de los hechos que lleva a Aguirre a intentar la operación de rehabilitación del locutor están registradas en el programa La Mañana, en la Cope.El 2 de octubre, Losantos reiteró que el Rey debía abdicar. "Lo que he dicho sobre el Rey ya lo dije en El Mundo hace dos años. Tengo la mala costumbre de acertar un poco antes de que pasen las cosas".Pedro J. Ramírez, director del citado periódico, del cual Jiménez Losantos es columnista, consideró que la postura del locutor era un error. El Mundo llevaba semanas denunciando la ausencia de banderas españolas en los ayuntamientos y había dado amplia cobertura a la quema de fotos del Rey. Con su petición de abdicación, Losantos permitió al Gobierno decir que la derecha hacía pinza con los radicales.La editorial del periódico El Mundo, La Esfera de los Libros, publicó un texto de Jiménez Losantos y otro del eurodiputado del PP Luis Herrero, ex locutor de la Cope, en el que el Monarca no sale bien parado.El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, transmitió, tras ver a don Juan Carlos, que el Rey culpaba más a la derecha que a los independentistas. Esa mañana, Ramírez le dijo a Losantos: "Olvídate de escenarios inconvenientes, de quimeras absurdas. Retira la abdicación". Losantos aceptó: "Retiro lo de la abdicación". Ramírez añadió: "Como digas varias veces que retiras la abdicación, ¿qué van a hacer los de la pinza?". El acto siguiente debía ser la complicidad del Rey. Aguirre lo intentó sin éxito.
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