El precio de los cereales se estabiliza y el maíz empieza a caer
Los precios de los cereales, tras las subidas espectaculares de los últimos tres meses que llegaron a duplicar las cotizaciones de hace un año, han entrado en una situación de estabilidad en casi todos los mercados, con una ligera línea a la baja en el maíz. En medios agrarios se estima que los mismos podrían haber tocado techo. Sin embargo, en ningún caso se augura una fuerte bajada a corto plazo, salvo hundimiento de la demanda.
Según los datos manejados por cooperativas y los operadores, en las últimas fechas se ha producido una ligera rebaja de los precios del maíz hasta los 0,23 euros el kilo. Los precios de la cebada se hallarían estabilizados en el entorno de los 0,22 euros el kilo, y los del trigo forrajero, en 0,25 euros, mientras que en los trigos duros, las pocas existencias se sitúan fuertes a 0,40 euros el kilo.
Los comerciantes de cereales y las grandes multinacionales se han retirado momentáneamente del mercado. Este comportamiento de los operadores se interpreta en medios agrarios como una estrategia para dar salida a sus existencias, provocar nerviosismo entre los agricultores para sacar materia prima al mercado y poder comprar a precios más baratos. Al margen de las posibles estrategias de los operadores, sobre la mesa hay algunas otras razones objetivas que apoyan la estabilidad en los mercados y una parada en las subidas.
En primer lugar, en el caso del maíz, se halla el inicio de la recolección de la nueva cosecha y la entrada en puerto de maíz francés y de sorgo americano. En el caso de la cebada, no hay importaciones, pero se han paralizado por el momento algunas operaciones de exportación hacia el Magreb, aunque se trata de un mercado que no se va a cerrar ante su necesidad de cereales.
Cabaña ganadera
En la estabilidad de los mercados está jugando igualmente el previsible recorte de la demanda en la cabaña ganadera. Primero, por la existencia de una buena otoñada en la mitad sur de la Península. En segundo lugar, por la reducción en la entrada de animales en las granjas, especialmente en avicultura de carne y de puesta, así como en el porcino. Esta situación se podría agravar aún más en los próximos meses.
Iniciada la sementera, esta campaña se han disparado los precios de abonos y semillas, y ello obliga a muchos cerealistas a vender para hacer los pagos.
Finalmente, otra razón que empuja a la estabilidad en los mercados es el propio convencimiento de los agricultores de que es mejor comercializar al menos una parte de la cosecha que seguir esperando nuevas subidas.
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