EE UU estudia prohibir los anticatarrales para niños

La forma en que se tratan en todo el mundo las dolencias infantiles más frecuentes puede vivir una auténtica revolución. Una comisión de expertos de la agencia norteamericana para el control de los alimentos y las medicinas (FDA, en sus siglas en inglés) ha recomendado prohibir el uso de todos los antigripales y anticatarrales vendidos sin receta para menores de seis años.

Tras analizar esos productos, los expertos de la FDA han llegado a la conclusión de que esos medicamentos no sólo no alivian esas dolencias en los niños sino que pueden provocar otros males de diversa gravedad -problemas al respirar, complicaciones neurológicas y otras reacciones- que han podido llevar a la muerte a 123 pequeños.

Si finalmente la FDA aprobara la recomendación de su gabinete y prohibiera la venta de estas medicinas, las estanterías de las farmacias de Estados Unidos sufrirían una transformación profunda y cambiarían los patrones de conducta con los que los padres se han enfrentado hasta ahora para tratar los catarros de sus hijos.

La recomendación se aplica a medicinas que contienen descongestionantes y antihistamínicos, por lo que productos del resto del mundo estarían incluidos. La decisión afectaría a compañías como Johnson & Johnson, Wyeth y Novartis. A pesar de que algunas fuentes insinúan que los beneficios de las ventas de las anticatarrales para niños no suponen una parte importante de los ingresos de estas empresas, el portavoz de Wyeth, Douglas Petkes, declaró a CNN que productos tan populares como Robitussin y Dimetapp componen hasta el 10% del total de las ventas de su compañía, lo que se ha traducido en 16.600 millones de dólares (11.630 millones de euros) en los primeros nueve meses de 2007. "Los números hablan por sí solos", dijo el portavoz de Wyeth.

El uso de los anticatarrales vendidos sin receta está muy extendido. Un estudio de Journal of the American Medical Association, de 1994, concluyó que más del 35% de los niños toman fármacos para la gripe y que los utilizan al menos 30 días al año.