Primer revés de Hamilton

La lluvia hizo su aparición en Interlagos. Era lo previsto. Pero obligó a los pilotos a utilizar neumáticos intermedios en la primera sesión de entrenamientos libres y sólo en la segunda pudieron colocar los de seco, los que previsiblemente utilizarán en la cronometrada de hoy (18.00, Tele 5) y la carrera de mañana. Eso fue un hándicap para Lewis Hamilton, que no conocía el trazado y no pudo buscar los extremos de su conducción. Lo hizo durante la segunda sesión y consiguió el mejor tiempo, pero entonces ya sabía que los comisarios de la FIA le estaban investigando por haber violado la regla 25.3 del reglamento de la fórmula 1, que establece que sólo puede utilizarse un juego de neumáticos intermedios en una sesión libre. Él había usado dos. La sanción le llegó un poco más tarde: 15.000 euros de multa y la pérdida de los dos juegos de neumáticos utilizados ayer, lo que supone contar con uno menos que los demás el sábado y el domingo... si llueve. Si no, la sanción no tendrá repercusión.

Alonso: "He de correr perfecto y tener un poco de suerte. Lo demás ya no dependerá de mí"

Fue un craso error del ingeniero de Hamilton, Phil Prue, que se había equivocado ya en China cuando apuró demasiado los neumáticos antes de mandarle entrar en boxes a cambiarlos. Aquello puede costarle el título mundial. Al menos, le costó el primer match-ball al verse obligado a abandonar. Ahora afronta el segundo y es quien está en mejor posición para consolidar sus aspiraciones: manda en la clasificación con cuatro puntos sobre Fernando Alonso, su compañero en McLaren Mercedes, y siete sobre Kimi Raikkonen (Ferrari). Además, cuenta con otra ventaja sobre el español. Su motor será nuevo y el de éste cubrirá su segunda carrera. Sin embargo, el error con los neumáticos puede suponerle un problema adicional en pista mojada al disponer de uno menos que los demás para afrontar la cronometrada y la carrera. Si hace sol, todo quedará en nada.

"Incluso puede que no ocurra nada", había sentenciado Alonso antes de conocer la sanción. Y no estaba muy errado: "Hubo varios equipos que no lo sabían

[también Jenson Button y Takuma Sato fueron sancionados]. Y yo he tenido mucha suerte porque he decidido no salir a entrenarme [dio sólo una vuelta de reconocimiento en la primera sesión] y eso me ha salvado. Si lo hubiera hecho, ahora estaría declarando ante los comisarios". Alonso, sin embargo, opinó que todo eso no va a afectar la concentración de Hamilton: "Hay mucha presión. Se detecta tanto a través de los medios como por otras circunstancias. Yo ya la he vivido antes y sé cómo librarme de ella. Hamilton, no. Pero es muy fuerte de cabeza y no creo que le afecte demasiado".

Lo que sí puede afectar a Alonso es el comportamiento de su motor. Debe utilizar el que usó en China, donde sufrió el desgaste propio de una carrera. "No sé cómo va a responder", confesó; "mañana [hoy] podré comprobarlo porque hasta ahora hemos utilizado motores nuevos. Espero que la diferencia no sea muy grande". Pedro Martínez de la Rosa, piloto de pruebas de McLaren, explicó que podía tener una pérdida de potencia de tres o cuatro caballos: "En 2006, la pérdida entre una carrera y otra era mucho mayor. Hasta ocho. Ahora es menor. Por otra parte, Shanghai no fue muy exigente con la potencia del motor por la lluvia y porque Fernando pudo bajar el régimen a partir del accidente de Hamilton. Es probable que no pueda ir a todo régimen durante toda la carrera. Pero eso no será una merma importante para él".

Ayer, Alonso afirmó que luchará por la pole position al ciento por ciento y que, en todo caso, no quiere bajarse de la primera línea de la parrilla. "Es mi última final de la temporada", aseguró el asturiano; "pero el planteamiento de la carrera no diferirá mucho del de las demás. Tengo que ganar. Y para hacerlo es indispensable hacer la pole o ser segundo en la clasificación y luego correr perfecto y tener un poco de suerte. Ése es mi objetivo. Lo demás ya no dependerá de mi".