Quien da primero da dos veces

El brumoso desarrollo de la temporada ha dejado espacio para extraer una conclusión: las calificaciones son una de las bazas que mejor ha jugado Lewis Hamilton en su primera temporada en la fórmula 1. Su pericia, rapidez y precisión en la búsqueda del mejor puesto en la parrilla de salida le han proporcionado excelentes réditos. No ha podido aprovecharlos plenamente en carrera porque, de haberlo logrado, ya sería el campeón con una amplia ventaja de 14 puntos. Sumaría 120, 13 más de los que cuenta para afrontar la última cita. Las cuentas, en el caso de Fernando Alonso, salen similares: suma 103 puntos reales frente a los 106 que hipotéticamente habría alcanzado según la cronometrada de los sábados.

La magnitud de las hazañas que viene repitiendo Hamilton, pese a su papel de rookie, se refleja en el promedio alcanzado por cada piloto en las calificaciones a lo largo de la historia de la fórmula 1. Sólo el legendario argentino Juan Manuel Fangio supera al británico. En esta significativa tabla, Hamilton tendría por detrás a los más rápidos de todos los tiempos; a tipos como Ayrton Senna, Michael Schumacher y Alain Prost, seguidos de Kimi Raikkonen y Fernando Alonso, que se situarían en la novena y la décima posición.

Martin Witmarsh, el director general de McLaren Mercedes, resume la trascendencia de la calificación de los sábados cuando recuerda lo que sucedió durante el fin de semana en Indianápolis (EE UU), donde Hamilton logró la segunda victoria consecutiva de su incipiente carrera. "Alonso quedó algo frustrado al no poder adelantar a Lewis. Durante todo el fin de semana e incluso a mitad de carrera, Alonso fue un poco más rápido que él. Pero Hamilton hizo un fantástico trabajo en la cronometrada, realizó una gran salida y luego defendió con fiereza su posición en varias ocasiones", dijo Witmarsh. Es decir, la cronometrada decidió prácticamente el desenlace de la carrera y buena parte de las decisiones estratégicas del equipo.

Nada más concluir el penúltimo gran premio, el de China, Alonso opinó sobre el alcance de lo que suceda en la cronometrada de esta tarde: "Va a ser una crono muy importante, ya que el que sale primero tiene todas las posibilidades de ganar la batalla entre los dos compañeros". El español ha decidido olvidar el último incidente en la cronometrada de esa prueba, en la que se quedó a 668 milésimas de Hamilton, una brecha tan excesiva que resulta incomprensible.

Buena parte de las penalidades de Alonso en este ejercicio provienen de los avatares que ha sufrido en las cronometradas. En Canadá cometió un ligero error en el último instante que permitió a Hamilton hacerse con la pole. Mucho peor le fue en Francia, donde tuvo problemas con la caja de cambios de su McLaren y se vio relegado al décimo lugar de la parrilla. En Hungría llegó el episodio más conflictivo. Consiguió la pole, pero acto seguido fue sancionado por la FIA, que le relegó al sexto puesto, porque se mantuvo parado en el box durante unos diez segundos, lo que impidió que Hamilton pudiera dar una última vuelta.

El británico también vivió un importante revés en la cronometrada celebrada en Nurburgring al sufrir un espectacular accidente cuando iba a más de 250 kilómetros por hora. Se recuperó a pesar de la violencia del impacto y participó en la carrera, pero tuvo que partir desde la décima posición de la parrilla y no logró remontar los puestos necesarios para lograr algún punto. Pero, desde que obtuvo su primera pole en la quinta carrera del año, en Montecarlo, Hamilton se ha comportado como si fuera un curtido piloto con varios años de experiencia en la fórmula 1. Siempre se ha movido entre los puestos punteros, si no en el primero. Fue el caso, de nuevo, de los dos últimos grandes premios, en Japón y China. Fiel a la máxima de los tres candidatos al título: quien da primero da dos veces.