Uno de cada tres embarazos acaba en aborto en Europa, aunque las tasas son decrecientes

En 2003, 205 millones de mujeres se quedaron embarazadas. De éstas, un 20% tuvo que abortar, según los datos de un estudio realizado por el Instituto Guttmacher, de Nueva York, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) que publica la revista The Lancet. El studio ha analizado los datos sobre interrupción voluntaria del embarazo de todo el mundo comparándolos con los registrados en 1995. Se trata de una cifra un 17% inferior a los niveles de aborto registrados la década anterior. En 1995 abortaron 47 millones de mujeres, mientras que en el 2003 fueron 42 millones.

Los autores del estudio ofrecen otra lectura de las cifras. En todo el mundo, uno de cada cinco embarazos acabó en aborto, y en Europa, uno de cada tres. En el caso de Europa, la cifra se ve engrosada por la gran cantidad de interrupciones del embarazo que se dan en los países del Este. En esta región, la tasa de aborto es mayor que la de nacimientos: por cada 100 nacimientos se registran 105 abortos. Aunque las cifras son escandalosas, al comparar con los registros de 1995 los investigadores han detectado un descenso en el número de abortos en estos países del 50% respecto a la década anterior, algo que atribuyen al mayor uso de métodos anticonceptivos.

En el resto de Europa, las cifras han descendido cerca de la mitad. El estudio se ha realizado por regiones, y muestra que en el sur de Europa en 2003 se practicaron 600.000 abortos.

Según el informe, la inmensa mayoría de abortos continúa realizándose en países en desarrollo (más del 80%) y en condiciones inseguras, es decir, por personal sin formación y en condiciones sanitarias precarias, lo que supone un peligro para la vida de miles de mujeres.

En América Latina, el 94% de los abortos practicados se realizó en condiciones inseguras; en África, el 98%. La causa principal no es ninguna novedad: la falta de acceso de la población a los recursos sanitarios, aunque también suma el que en la mayoría de estos países la ley restringe la práctica del aborto.

En África, 650 mujeres mueren por cada 100.000 intervenciones, a lo que hay que sumar otras complicaciones. En los países desarrollados, se dan menos de 10 fallecimientos por cada 100.000.