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Columna
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Viviendas ilegales

Si usted quiere construirse una casa le resultará mucho más caro, lento y complicado cumplir la ley que saltársela. Mientras no se resuelva esta paradoja, abundarán las viviendas ilegales. Los ayuntamientos dicen primero que no tienen medios de inspección para impedir las obras sin licencia y luego que no pueden tirar lo que ya está levantado de manera ilegal. Conclusión: no sea usted tonto y sáltese la ley. No le va a costar nada y con el tiempo se lo van a regularizar. Da igual si se hace una mansión en terreno rústico, si no tiene enganche oficial de electricidad o de alcantarillado, es lo mismo si toma el agua sin permiso de un acuífero, si hace una fosa séptica sin garantías, si la basura la tiene que tirar en cualquier lado. Es lo mismo que usted sea pobre o rico. Con el tiempo le arreglarán el desaguisado.

Así es que le sugiero, sin más, que no pida licencia, que no encargue un proyecto de obra a un arquitecto, que se busque una cuadrilla de albañiles o se lo haga usted mismo y que no pague IVA, por supuesto. Hágalo así y se ahorrará un dineral. Al fin y al cabo a los ayuntamientos les da igual, la Junta no tiene competencias o mira para otro lado y a los jueces es como si les molestase actuar en asuntos de tan poco fuste. Tan sólo algunos irreductibles fiscales parece que quieren que se cumpla la ley y que se tire lo que se ha hecho sin licencia. Nadie habla de que los inspectores impidan que se lleve a cabo lo que la ley no permite. Baste mirar la mancha urbana de Chiclana y se comprobará que mide lo mismo que la de Málaga, con diez veces menos población.

Las 20. 0000 o 30.000 viviendas ilegales de esta población no surgieron de la noche a la mañana, pero ahora se van a legalizar todas. Ahora lo llevan a cabo los mismos que antes estaban en IU y censuraban al PSOE, pero ahora han sido expulsados por darle la alcaldía al PP: los que criticaban la regularización van a llevarla a cabo. Al fin y al cabo qué más da, si ahora el alcalde es del PP y ya han sido expulsados de IU. Lo mismo puede decirse de Barbate, donde antes mandaba el PP y ahora el PSOE. O de El Puerto de Santa María, antes una coalición de independientes con PSOE y ahora el PP y un tránsfuga. O Puerto Real, los más radicales entre los radicales de IU.

La epidemia de pragmatismo se extiende como si fuera gripe aviar o sida. No hay barrera que la frene: ni los partidos, ni la administración autonómica, ni los jueces. Ni siquiera la animosa actuación de algún fiscal. Cambian los alcaldes y se sigue la misma política. Es más, el más rico y famoso urbanista de Andalucía, el omnipresente redactor de PGOU por toda la comunidad, González Fustegueras, lo mismo redacta una norma que regulariza a aquellos que se la saltaron en su día, en un ejercicio de sofismo urbanístico. Dentro de unos años otros miles que se la hayan saltado con posterioridad vivirán la misma regularización que viven ahora quienes se construyeron su casa por la cara. Y seguro que el mismo urbanista que ahora ha redactado el PGOU montará la oficina que permitirá regularizar a los pobrecitos que se hicieron mansiones en suelo rústico, en cañadas, en pinares o en la marisma. Luego nos extrañamos de que estemos degradando el medio ambiente.

Apoyamos a Al Gore, pero nos saltamos todas las normas urbanísticas sin rubor. Serán 50.000 en la provincia de Cádiz, pero en Andalucía pueden ser 200.000. ¿Cómo se ha podido llegar a tal desbarajuste? ¿sirve para algo la ley? Si al final todo el que compra o vende una casa ya tiene en cuenta la manera de evadir impuestos con la argucia del dinero negro, consentido por los inspectores de hacienda, los notarios y la administración y promovido por los ciudadanos que luego exigirán todo tipo de ayudas al Estado, sin pensar que le acaban de estafar. Es lo mismo comprar y vender con dinero negro, las facturas sin IVA o las viviendas ilegales. Andalucía era la tierra de la picaresca hace siglos y parece que no hemos cambiado. ¿A partir de cuántos casos similares uno deja de ser vecino para ser votante? ¿A partir de cuántos casos hay que legalizar lo ilegal para obtener el apoyo de los que cometieron la irregularidad a sabiendas? ¿Eso es el pragmatismo?

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