¿El fin del lastre?

La economía italiana podría cerrar el año fiscal 2007 con un desequilibrio público del 2,4% del PIB. Sería la primera vez en cinco años que el enfermo de Europa no vulneraría el Pacto de Estabilidad de la UE, gracias a la lucha contra el fraude fiscal y el aumento de la recaudación impositiva. El Ejecutivo italiano, además, apuesta por un despegue en sus índices de crecimiento.

La economía de Italia creció un 0,1% durante el segundo trimestre del año, respecto del periodo enero-marzo, cuando aumentó un 0,3%

La bonanza fiscal italiana se debe a una importante mejora en la recaudación impositiva y a la lucha contra el fraude fiscal

El ministro de Economía italiano, Tommaso Padoa-Schioppa, anunciaba la semana pasada al Senado que las cuentas del país "dejaron atrás la zona de peligro". De esta manera, para el Ejecutivo socialista que presentaba el primer borrador de los Presupuestos de 2008, Italia está en condiciones de cumplir las metas de déficit fiscal impuestas para este año. Las previsiones indican que en 2007, el desequilibrio no debería superar el 2,4% del PIB, para reducirse a un 2,2% en 2008, en la línea con las imposiciones de Bruselas.

Con ello, el déficit estaría, por primera vez desde 2002, por debajo del 3% de límite impuesto por la UE en el Pacto de Estabilidad. Italia ha luchado infructuosamente contra su creciente deuda pública durante casi una década. Después de registrar desequilibrios del 8% en 1995, logró ajustar las cuentas en el proceso de entrada al euro, para luego en 2003 volver a déficits del 3,5% debido al descontrol en sus presupuestos, el aumento del gasto público y la disminución alarmante en la recaudación tributaria.

'El enfermo de Europa'

El año pasado se llegó hasta el 4,4%, el desequilibrio anual más alto en diez años. Esto, sumado a su deuda pública que se eleva al 106,8% del PIB y a un crecimiento que no supera el 2%, le han valido el apodo de el enfermo de Europa. La Comisión Europea recrimina al Ejecutivo de Romano Prodi que no aproveche el tirón de la economía europea y del consumo y que no siga el modelo de Alemania, país que con niveles similares de deuda ha logrado ajustar sus cuentas fiscales en el mediano y largo plazo.

La propia comisión comentaba esta semana que Italia debe moverse más rápido para poner en orden sus finanzas públicas. Jean-Claude Juncker, presidente de Ecofin recordó que Italia es parte del acuerdo que establece que los países de la eurozona deben equilibrar sus presupuestos para el año 2010, una meta retrasada en un año por Roma.

La bonanza fiscal italiana se debe a una importante mejora en la recaudación impositiva y a la lucha contra el fraude fiscal, a diferencia del modelo alemán, apoyado por la Comisión Europea, que ha apostado por la fuerte reducción de los gastos públicos y de las prestaciones sociales. De esta manera, por evasión fiscal Italia pierde unos 100.000 millones de euros al año, una cifra que disminuyó un 49% este año gracias a los resultados alcanzados en la lucha contra el fraude.

Previsiones optismistas

Todo este panorama ha dado paso a optimistas previsiones de crecimiento. La estimación del Ejecutivo indica que el PIB debería elevarse un 1,9% durante este año, para desacelerarse hasta el 1,5% el año que viene. Según el Instituto de Estadísticas, Italia creció un 0,1% durante el segundo trimestre del año, respecto del periodo enero-marzo, cuando aumentó un 0,3%. El mismo organismo reveló que este crecimiento se elevó al 1,8% en términos interanuales.

Este desempeño se ha visto impulsado por el gasto de las familias, que creció un 2,2%, y el comercio exterior. Las importaciones registradas durante el último año se elevaron un 2,6%, mientras que las exportaciones aumentaron un 1,1%. Los pronósticos de la OCDE le confieren crecimientos del 4% a estos dos indicadores antes de cerrar el año. Mientras, el curso pasado, el país creció un 1,9% después de un 2005 en que apenas elevó su PIB en un 0,2%.