"Les está viendo todo Madrid"
La capital se gasta 20 millones en el mantenimiento de los aparatos
El Ayuntamiento de Madrid, que, al igual que los centros comerciales, no permite acceder al centro de control de imágenes, parece ser el único que, al menos en la ciudad, cumple con la normativa. Tanto en la plaza Mayor como en el Museo de Escultura al Aire Libre de la Castellana, varios carteles alertan de la presencia de cámaras de seguridad.
En una caseta cercana a las esculturas de la plaza de Eduardo Dato, un agente municipal controla las 12 cámaras instaladas. Cuenta con dos pantallas. En una aparece la imagen de todas las cámaras, y en la otra, la cámara que el guardia selecciona. Un disco duro graba las imágenes, que por ley deben ser destruidas en un mes. El sistema de zoom, aunque rudimentario, permite distinguir el rostro de los viandantes que pasean despreocupados. "De todos modos, no cubre toda el área. Hay una pareja sentada aquí, cerca del estanque, pero no la pillamos", explica el guardia. Fuera, efectivamente, dos adolescentes se hacen arrumacos en un banco.
Un rudimentario sistema de 'zoom' permite distinguir el rostro de los viandantes
La Moraleja utiliza los 'objetivos' que controlan el tráfico para prevenir la delincuencia
"Lo principal es la vigilancia en persona, pero a veces sí que me han servido las cámaras", explica el agente. "Hay aquí varias discotecas para menores y tienen peleas, se suben a las esculturas, hacen botellón o fuman porros. Yo les digo que cómo se fuman un porro aquí, con las cámaras, si les está viendo todo Madrid".
Los responsables municipales han impulsado una iniciativa para poner 19 cámaras en la calle de la Montera, y 12 en la plaza de Soledad Torres Acosta y aledaños. La medida fue aprobada la semana pasada por la Comisión de Videovigilancia, que depende del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Este órgano es el que tiene que autorizar la grabación de imágenes en la vía pública.
El mantenimiento de todo el sistema de videovigilancia para el control de tráfico no resulta nada barato al Ayuntamiento de Madrid. En los presupuestos para 2008 está previsto un gasto de 20 millones de euros para el mantenimiento de las más de 120 cámaras de control de tráfico y señalización vertical. Se trata del sistema de control de tráfico del Ayuntamiento, centralizado en unas instalaciones cerca de la Casa de Campo. La nueva M-30 dispone de ojos digitales cada pocos metros. Pero los responsables municipales han decidido ocultar estas imágenes. La web municipal ofrece vídeos en directo del centenar de cámaras de control del tráfico distribuidas por la telaraña viaria de la ciudad. Pero se reserva las imágenes del interior de los túneles.
Los vecinos de Boadilla del Monte también se sienten observados. El Consistorio ha instalado un moderno sistema de vigilancia digital que distingue si los vehículos que circulan por los barrios son sospechosos. El nuevo sistema de videovigilancia se instaló antes del verano. Las seis cámaras que lo forman registran la matrícula de los coches y las cruzan con la base de datos de la Policía Municipal y con otra del propio Ayuntamiento.
Otra de las zonas que también utilizan cámaras de tráfico para vigilar las calles es La Moraleja, en Alcobendas. La localidad tiene 16 aparatos que, además de controlar los atascos, velarán por la seguridad de los 21.000 vecinos. "También se usarán para prevenir la delincuencia", asegura un portavoz municipal.
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