Equilibrios en un palmarés heterogéneo
'The fall' consigue el premio al mejor filme, y 'REC', los de director y actriz protagonista
La fantasía desaforada de The fall, de Tarsem Singh, coproducción entre la India, el Reino Unido y Estados Unidos, encabeza el palmarés de esta 40ª edición del festival de Sitges con el premio a la mejor película, pero, quizá, la gran triunfadora del evento, por cantidad de galardones y por lograr el consenso de crítica y público, haya sido la española REC, de Jaume Balagueró y Paco Plaza. Electrizante ejercicio de terro-realidad con explosiones de horror puro y sutiles recursos irónicos, REC ha recibido los premios a la mejor actriz -una Manuela Vellés sometida a un fuerte ejercicio de intensidad- y a la mejor dirección de manos del jurado internacional integrado por la actriz y especialista Zöe Bell, el actor Eloy Azorín, el director Ruggero Deodato, el crítico Casimiro Torreiro y el productor y director Mark Palansky. El trabajo de Balagueró y Plaza también ha sido merecedor de los premios de la crítica y el público y de una curiosa mención especial del jurado del Méliès d'Argent "por cumplir con mano maestra nuestra fantasía de ver morir en directo a una irritante presentadora de televisión".
El heterogéneo carácter del resto del palmarés parece todo un mensaje cifrado de disensiones. El notable trabajo de Sam Rockwell en Joshua (El hijo del mal) de George Ratliff le ha valido al norteamericano el premio al mejor actor. La película de Ratliff también ha contado con una mención especial del jurado de la crítica "por la sutileza con la que hace presente el miedo en la cotidianidad". Los coreanos Park Chan-wook y Chung Seo-kyung han obtenido el reconocimiento al mejor guión por su trabajo en I'm a cyborg but that's OK, una comedia romántica en el lado luminoso de la diferencia que fractura convenciones y no excluye una rara poesía. La extrema A l'Intérieur de Julien Maury y Alexandre Bustillo, recital ultragore sobre un vientre embarazado, ha recibido el premio a los mejores efectos de maquillaje. La pareja de directores franceses se ha hecho con el premio de la crítica Citizen Kane al director revelación y su película ha obtenido el Méliès d'Argent a la mejor película europea y el premio a la mejor película del jurado Carnet Jove.
Dos producciones japonesas se han repartido el resto de distinciones del jurado internacional: la fantasía tradicional de Mushishi, de Katsuhiro Otomo, ha visto reconocida su banda sonora original compuesta por Kuinaki Haishima y su caligráfico y preciso trabajo de efectos especiales; mientras que la discutida -y algo extenuante- Sukiyaki Western Django, de Takeshi Miike, ha sumado los premios al mejor diseño de producción, obra de Takashi Sasaki, y a la mejor fotografía, firmada por Toyomichi Kurita. La también nipona Dororo, de Akihiko Shiota, fantasía bajo la inspiración de Osamu Tezuka, ha sido considerada la mejor película de la sección Orient Express, donde la hongkonesa Mad detective, de Johnie To, ha sido objeto de una mención especial.
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