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La Ley de la Memoria Histórica

La falta de informes oficiales dificulta la supresión de los símbolos franquistas

La Ley de la Memoria Histórica obligará a la Administración a actualizar nombres de calles

Monumentos a los caídos, cruces con listas de las víctimas del bando nacional, escudos en colegios públicos y decenas de nombres de calles, de plazas y de barrios aluden al franquismo. La Ley de la Memoria Histórica que se tramita en el Congreso de los Diputados obligará a las Administraciones a retirar todos estos símbolos. El problema radica en que no hay un informe oficial y de consenso que atestigüe su vinculación con el franquismo. Además, algunos de estos monumentos se han enmascarado de tal forma en lo cotidiano que muy pocos conocen su pasado franquista.

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Pocas personas son capaces de explicar con detalle la historia de un monumento que se vislumbra en la carretera de acceso a Alicante, en primera línea del mar, a la altura del acceso al complejo audiovisual de la Ciudad de la Luz. Se trata de un monolito con unas figuras humanas de gran tamaño y unas columnas algo deterioradas por el paso del tiempo. "Es el monumento más ostensible a los falangistas de La Vega Baja", explica Enrique Cerdán Tato, cronista oficial y miembro de la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante. "Es otro símbolo a los mártires que se bautizó con el nombre de Monumento a los Caídos de La Vega Baja que hizo Daniel Bañuls en 1941", añade el periodista Mariano Sánchez Soler, autor de varios libros y estudios sobre el franquismo. En este punto, próximo al barranco de las Ovejas y en la partida de Aguamarga, aseguran que en 1936 un grupo de unos 50 falangistas procedentes de La Vega Baja iban hacía Alicante dispuestos a liberar a José Antonio, pero la guardia de asalto los detuvo, y días más tarde fueron juzgados y ejecutados. Pocos años después, en 1941, el régimen franquista alzó este monumento en su memoria. En el vestíbulo de la sede del Banco de España en Alicante hay una vidriera de grandes dimensiones con un escudo preconstitucional con el águila franquista. En la plaza de la Montañeta, frente a la Subdelegación del Gobierno, en el acceso al aparcamiento subterráneo todavía está una placa que recuerda que aquella fue durante años la plaza del Caudillo. La otra parada obligada en este recorrido por los monumentos franquistas es en Callosa del Segura, donde delante de la Iglesia de San Martín hay una gran cruz de homenaje a José Antonio Primo de Rivera con una larga lista de los "caídos, presentes". En la sede de los antiguos juzgados de Orihuela, según recuerda Cerdán Tato, todavía quedan restos de un escudo preconstitucional franquista.

En Valencia en el antiguo convento que alberga la Capitanía General del Ejército hay una estatua ecuestre de Franco y en el Cementerio General, un monolito "a los caídos por España". Matías Alonso, que es coordinador del grupo por la memoria histórica del PSPV de la ciudad de Valencia, asegura que en la Iglesia del Carme, ubicada en la plaza del mismo nombre, hay un retablo en el que aparece Franco vestido de cruzado, junto a los Reyes Católicos, Jaume I, ángeles, etc. También la ermita de Soternes, que está cerrada, tiene en el exterior la leyenda Caídos por Dios y por España, presentes. En el año 2003 los socialistas presentaron una moción en el Ayuntamiento de Valencia en la que instaban a retirar la simbología franquista de, al menos, seis inmuebles, entre ellos los colegios públicos de Teodoro Lorente y San Juan de Ribera, que mantienen en sus fachadas escudos "anticonstitucionales" con yugos y flechas. En Castellón el yugo y las flechas figuran en grupos de viviendas que fueron impulsadas y construidas por el Gobierno de la dictadura y que son visibles en distritos como el marítimo, al igual que una gran placa de mármol en el conocido como Parque del Oeste. La delegación de Defensa de Castellón tuvo en su fachada el escudo franquista hasta hace dos años, cuando Esquerra Unida reclamó su retirada. En el resto de la provincia, son varios los municipios en los que perviven los nombres de personajes del franquismo en calles y plazas. Peñíscola, Montán y Zucaina son algunos ejemplos, aunque los más significativos son los de la Serratella y Alfondeguilla, en los que el escudo preconstitucional aún aparece en sus fachadas. No sólo los edificios civiles guardan vestigios de este tipo, sino que también algunos inmuebles religiosos muestran lemas como el de la fachada de la iglesia de San Miguel Arcángel -Caídos por Dios y por la patria. Francisco Primo de Rivera-, o el Caídos por Dios y por España visible en el campanario de Caudiel.

En este reportaje han colaborado María Fabra y Sara Velert.

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