"Hay que castigar a las empresas que recurren al falso autónomo"

Lorenzo Amor (Córdoba, 1965) tiene estos días la impresión de haberse convertido en un ciudadano de primera. Ésa es la categoría que, en su opinión, han conquistado los autónomos con la entrada en vigor del estatuto que detalla sus derechos y deberes y que llevan años aguardando. Amor preside desde 2004 la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), una de las organizaciones más representativas de este colectivo, muy disperso y heterogéneo.

Pregunta. ¿Qué tienen en común un fontanero por horas y un abogado que trabaja para un bufete?

Respuesta. Que desempeñan su labor por cuenta propia, que dependen de lo que trabajen ellos y asumen la principal característica de un autónomo: el riesgo. Tanto trabajan, tanto ganan.

"No queremos que se nos regale nada. Si tenemos derecho al desempleo, los autónomos tendremos que cotizar, lo mismo que hacen los asalariados"

"Me duele que ahora haya personas que pongan el grito en el cielo por el autónomo dependiente, cuando durante años nadie se ha preocupado"

P. ¿Están hoy mejor los autónomos que hace cinco años?

R. Indudablemente. Ser autónomo es más sencillo y, con el estatuto, va a ser mucho más seguro y mucho más protegido.

P. El estatuto, ¿equipara en derechos a los autónomos con los asalariados?

R. Prácticamente. En 1995 el Pacto de Toledo así lo recomendaba. Ha tenido que llegar el estatuto para acabar con los ciudadanos de primera y de segunda. Hasta la fecha, los autónomos éramos los ciudadanos de segunda.

P. ¿Y en deberes se equiparan también? Porque los autónomos cotizan de media menos que los asalariados.

R. El autónomo no ha tenido los mismos derechos que los asalariados, pero sí los mismos deberes. Es cierto que cotiza menos de media, pero recibe menos prestaciones. A partir de ahora sí hay una relación entre cotización y prestación y estoy seguro de que van a aumentar las cotizaciones. La media, que en los últimos cinco años ha subido más de un 20%, seguirá creciendo.

P. ¿Cuánto más van a tener que pagar los autónomos para acceder a los nuevos derechos?

R. No queremos que se nos regale nada. Si tenemos derecho al desempleo, los autónomos tendremos que cotizar, lo mismo que hacen los asalariados. Yo creo que de forma generalizada no van a subir las cotizaciones. Ahora, para determinados sectores y sobre todo para determinadas prestaciones tendrán que subir. Ante todo, tiene que haber una relación entre cotización y prestación.

P. ¿No es un contrasentido que un autónomo cobre el desempleo?

R. No cuando hay una causa objetiva que lo obliga a verse irrevocablemente en situaciones desagradables de cese de actividad. Voy a poner dos ejemplos. Muchos comerciantes del Carmel en Barcelona, que tuvieron que cerrar sus tiendas. También los más de 1.800 autónomos de Fórum y Afinsa. Esas personas tienen que tener la posibilidad de acceder a un fondo que cubra esas necesidades.

P. Otra de las novedades del estatuto es la figura del autónomo dependiente. ¿No supone darle un barniz de legalidad a una situación fraudulenta?

R. Yo he sido durante 12 años un agente comercial autónomo dependiente. Trabajaba en exclusiva para una empresa, que el día que quisiera podía prescindir de mí. Nadie puede cerrar los ojos ante la realidad social del autónomo dependiente. Me duele que ahora haya personas que pongan el grito en el cielo cuando durante muchos años nadie se ha preocupado. Cuidado, no hay que confundirlo con el falso autónomo. Eso es un fraude de ley y lo que hay que hacer es perseguir a las empresas.

P. Pero antes del estatuto, todos los que había en esa situación eran falsos autónomos.

R. No necesariamente. Hay muchos agentes comerciales y transportistas que eran autónomos dependientes. Ahora, no voy a negar que hay empresas que utilizan el fraude de ley del falso autónomo. Que encubren una fórmula de trabajo asalariado en forma de una relación legal. Lo que hay que hacer es castigarlas.

P. Una vez aprobado el estatuto, ¿qué queda por hacer?

R. Tenemos una asignatura pendiente importante: el desarrollo reglamentario de lo que acaba de entrar en vigor. Además, el estatuto no ha entrado muy de lleno en crear un régimen fiscal apropiado para el autónomo. También hay que mejorar la competitividad, el acceso a las tecnologías, fomentar la cultura emprendedora, mejorar la prevención de riesgos laborales... El crecimiento de los autónomos es imparable. En este régimen, la mujer y los jóvenes están encontrando una forma de acceder al mercado laboral.

P. ¿Hay suficiente cultura emprendedora, sobre todo entre los jóvenes?

R. Todo va cambiando. El 44% de las nuevas altas en el primer semestre de este año son jóvenes menores de 35 años. Hay estudios que dicen que los jóvenes quieren ser funcionarios, pero si se elimina esa posibilidad, se decantan por ser sus propios jefes. Esa cultura emprendedora existe. Ahora, hay que facilitar el acceso. Que crear una empresa no sea tan tardío ni costoso y que se tenga buen acceso a la financiación. Ningún joven en España se puede quedar con una idea en la cabeza por falta de financiación.

P. Si tuviera que convencer a alguien para que se hiciera autónomo, ¿qué atractivo resaltaría?

R. A mí me ha encantado siempre mi independencia, mi autonomía, ser mi propio jefe, organizar mi trabajo. Aunque he trabajado mucho, me ha permitido conciliar mi vida laboral y familiar mucho mejor.

P. Pero quienes han conocido también la condición de asalariados suelen decir que se trabaja más como autónomo.

R. Efectivamente, el autónomo trabaja un día más a la semana, pero es capaz de organizar el ritmo de trabajo y conciliar mejor su vida.