Un proyecto de transmisión de valores gana el Premio a la Acción Magistral 2007
Los mundos fantásticos pueden convertirse también en modelos para la vida real. Sobre todo si sus habitantes conviven en armonía y consiguen transmitir valores. Es el caso de El bosque encantado, el proyecto presentado por el colegio público Antonio Muñoz y Gómez de Casar de Periedo (Cantabria) y que este año ha ganado el Premio a la Acción Magistral 2007, dotado con 18.000 euros y concedido por el Ministerio de Educación y Ciencia.
Este trabajo nace en torno a la fantasía de un bosque mágico situado cerca del colegio, en el que viven diferentes personajes fantásticos que, en su vida cotidiana, ayudan al crecimiento personal de los alumnos acercándoles, por ejemplo, a la lectura y la escritura. Los habitantes les invitan también a conocer el entorno natural para comprenderlo y respetarlo. ¿Algún ejemplo? Junto al "dragón bebé Filiberto", que desconoce cuáles son las normas de convivencia y comportamiento de un colegio, los alumnos se acostumbran a tener paciencia con los que no comparten sus mismos conocimientos, a la vez que aprenden a escuchar y enseñar sin presunción. La Anjana Ana es otro personaje que sugiere cuentos fantásticos para leer en casa con la familia con el objetivo de fomentar la lectura.
Un bosque encantado enseña a los alumnos las claves del respeto y de la convivencia
Así, a través de diferentes animales personificados, esta pequeña escuela rural con cerca de 50 alumnos ha trabajado acerca de conceptos naturales y cotidianos de forma didáctica y lúdica. Los padres también han participado en el proyecto, colaborando en la organización del Carnaval del Bosque Encantado, actividades de concienciación acerca de los problemas del medioambiente y del cambio climático y salidas didácticas.
A la convocatoria, que tiene el objetivo de distinguir proyectos educativos que faciliten la transmisión de valores como la tolerancia, la solidaridad, el respeto, la justicia o la igualdad, se han presentado 192 trabajos de profesores y centros escolares españoles de Educación Infantil o Primaria.
En la entrega de premios, presidida por la reina Sofía y celebrada el pasado lunes en el palacio de La Zarzuela, participó la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, quien calificó la educación como "uno de los pilares en los que se asienta nuestro progreso". Cabrera -que además entregó la Placa de Honor de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio al colegio en el que se desarrolla el proyecto ganador-, aprovechando la celebración, el viernes pasado, del día mundial del docente, resaltó el papel de los profesores como "punto de referencia en la biografía de cada uno de nosotros". Su labor, en palabras de la ministra, es fundamental para "transmitir el conocimiento y ayudar al alumno a utilizar los elementos para la vida".
Gregorio Peces Barba, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid, además, realizó durante el acto una reflexión sobre el papel de los maestros, asegurando que "ellos son la columna vertebral de la socialización y de la endoculturización de niñas y niños, que deben aprender con sus familias su moralidad privada, a la que, por supuesto, también contribuye el clima social y cultural que les rodee". José Ángel Sánchez Asiaín, presidente de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), que convoca este premio junto a la Comisión Española de Cooperación con la UNESCO, rompió otra lanza a favor de los docentes. A menudo, se les culpa de la crisis de la educación, cuando "educar es algo que nos compromete a todos y no se puede hacer en soledad", por lo que "es necesario un pacto social para hacer efectivo ese compromiso".
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