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Gukesh lucha con denuedo por su primer triunfo como campeón del mundo de ajedrez

El indio, encerrado en su habitación con un régimen muy estricto, tiene medio punto de ventaja a falta de dos rondas en Wijk aan Zee

Gukesh, a punto de empezar la primera ronda del torneo Tata Steel, el pasado día 17 en Wijk aan Zee (Países Bajos)
Gukesh, a punto de empezar la primera ronda del torneo Tata Steel, el pasado día 17 en Wijk aan Zee (Países Bajos)Jurriaan Hoefsmit/Tata Steel Chess
Leontxo García

Es un espléndido día azul en la orilla del Mar del Norte. Y Dommaraju Gukesh, de 18 años, se aloja en un hotel a cien metros de la playa. Pero quien espere verlo paseando por ella lo hará en vano. Excepto en las jornadas de descanso, solo sale de su habitación unos minutos antes de cada ronda. Su padre ha dispuesto que el desayuno, el almuerzo y la cena se sirvan en ella. Ambos consideran que ganar el primer torneo después de ser campeón del mundo (hace mes y medio, en Singapur, destronando al chino Liren Ding) tiene una importancia extrema.

“Utiliza el gimnasio del hotel, y a veces habla brevemente con los jefes de prensa tras las partidas. El primer día de descanso atendió a algunos periodistas. Pero no ha ido a las excursiones con otros jugadores. Está siempre concentrado en el hotel. Y no dará entrevista alguna hasta el lunes”, explican a EL PAÍS varios miembros de la organización. El viernes llegó al escenario 15 segundos antes de que sonara el gong que inicia cada ronda, probablemente para evitar la firma de autógrafos y dedicar muy poco tiempo a los reporteros gráficos, que deben marcharse a los siete minutos.

Si no lo estropea en las dos últimas rondas —con negras el sábado frente al neerlandés Jorden van Foreest (10º de catorce participantes) y con blancas el domingo frente a su compatriota Arjun Erigaisi (4º del mundo cuando empezó el torneo, pero 6º ahora, en crisis, porque va el penúltimo)—, Gukesh podrá afirmar que la vida monacal le funciona muy bien. Permanece invicto, ha subido del 5º al 3º del mundo, tras sobrepasar este viernes al estadounidense Fabiano Caruana, y (si gana las dos) tiene a tiro al 2º, el también estadounidense Hikaru Nakamura. El número uno, el noruego Magnus Carlsen, de 34 años, está aún lejos; su ausencia en Wijk aan Zee, uno de sus torneos favoritos durante muchos años, se debe en parte a su reciente matrimonio y luna de miel, y también a su preferencia por la modalidad de ajedrez Freestyle (asimismo llamada 960 o sistema Fischer) en detrimento de la clásica.

Gukesh estuvo muy cerca de pagar cara su ansia de éxito en la jornada inaugural, frente al neerlandés Anish Giri. El indio se lanzó con alto riesgo y rozó la derrota varias veces, pero finalmente aprovechó muy bien los apuros de tiempo de su adversario para anotarse el punto. Luego templó su enfoque de las partidas, con cuatro empates y una victoria, hasta que puso el turbo desde la 7ª ronda: ganó a su compatriota Pentala Harikrishna, hizo tablas con el también indio Rameshbabu Praggnanandhaa, y doblegó consecutivamente a otro indio, Leon Mendonca, y al neerlandés Max Warmerdam, antes de empatar una lucha muy tensa (ambos gastaron más de una hora en los primeros diez movimientos) con el chino Yi Wei, mucho más conservador y menos brillante de lo habitual en él.

Los perseguidores del líder son muy temibles: el citado Praggnanandhaa (de 19 años, 8º del mundo) y el uzbeko Nodirbek Abdusattórov (20, 5º). Sus rivales en las dos últimas rondas serán el ruso (con bandera serbia) Alexéi Sarana y el alemán Vincent Keymer para el indio, y Erigaisi y Harikrishna para el uzbeko. En caso de empate a puntos en el primer puesto, habrá un duelo rápido para decidir el ganador del Roland Garros del ajedrez.

Miaoyi Lu, de 15 años, durante una de las partidas en Wijk aan Zee
Miaoyi Lu, de 15 años, durante una de las partidas en Wijk aan ZeeLennart Ootes/Tata Steel Chess

Se esperaba con gran curiosidad el rendimiento de los tres participantes más jóvenes del torneo B (Challengers). Quien más impresiona es la china Miaoyi Lu (hoy cumple 15 años), cuya calidad de juego está muy por encima de lo normal. Los otros dos, el turco Ediz Gurel, de 16, y sobre todo el argentino Faustino Oro, de 11, dan la impresión de acusar lo imponente que es jugar rodeados de estrellas y con centenares de espectadores (apenas el 10% son mujeres) y de aficionados que disputan los múltiples torneos de aficionados a lo largo de dos semanas (con menos mujeres todavía); en total, más de 1.200 ajedrecistas pasan cada año por Wijk aan Zee bajo el patrocinio de la multinacional india del acero Tata Steel. El líder del Challengers es el neerlandés Erwin L’Ami seguido a medio punto del checo Thai Nguyen y el azerbaiyano Aydin Suleymanli; el ganador tendrá una plaza en el torneo de Maestros de 2026.

El único incidente reseñable en quince días ocurrió en el Challengers cuando el uzbeko Nodirbek Yakúbboev, de 22 años, se negó a estrechar la mano, en la primera ronda, de la india Divya Deshmukh, de 19, alegando que -según él- la religión musulmana se lo prohíbe. Tras ser amonestado por los organizadores, se llegó al acuerdo de que saludaría juntando las manos en su pecho a las otras tres mujeres participantes. Además, unos días después, Yakúbboev regaló en público unas flores y chocolate a Divya, en señal de desagravio, dado que no había avisado a la india previamente de que no respondería a su mano tendida.

Este sábado, para la penúltima ronda contra Van Foreest, Gukesh llegó con un poco más de tiempo (un minuto), que empleó en atornillar cada una de sus piezas, así como los peones, para centrarlos exactamente en sus casillas iniciales, quizá como una manera de desahogar la tensión inicial. Si, además de ser el titular de la corona a la que Carlsen renunció en 2022, el campeón más joven de la historia va ganando los principales torneos del año, el noruego quizá tenga que replantearse su actitud. Pero, de momento, la opinión del número uno coincide con la de varios expertos: “Gukesh tiene una impresionante capacidad de cálculo, recuerda a una computadora; pero su comprensión de la estrategia deja mucho que desear en comparación con sus virtudes”.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).
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