Gukesh se estrena como campeón del mundo en el ‘Roland Garros’ del ajedrez

Esta vez no habrá excusas sobre la tensión del primer Mundial. Ni cansancio: Dommaraju Gukesh, de 18 años, bien descansado durante cinco semanas, debuta como campeón del mundo en la octogésima séptima edición del Festival Tata Steel de Wijk aan Zee (Países Bajos), el Roland Garros del ajedrez. No está el número uno, el noruego Magnus Carlsen, tras su boda y los escándalos de los Mundiales Rápido y Relámpago en Nueva York. Pero el indio se enfrentará desde hoy a otros cuatro de los diez primeros del escalafón. Los focos del torneo B se centrarán mucho en Faustino Oro, el asombroso niño prodigio argentino, de 11 años.

El reto es muy exigente para Gukesh, 5º del mundo. De su enorme talento no hay duda alguna -sin él, no hubiera podido convertirse en el campeón del mundo más joven de la historia-, pero su rendimiento en la final del Mundial contra el chino Liren Ding en Singapur estuvo claramente por debajo de su potencial. En Wijk aan Zee tendrá que medirse, en una liga de 14 jugadores, con el 2º del mundo, el estadounidense Fabiano Caruana; el 4º, su compatriota Arjun Erigaisi, cuyos resultados en 2024 fueron trepidantes; el 6º, el uzbeko Nodirbek Abdusattórov, algo estancado pero siempre durísimo; y el 8º, el chino Yi Wei, muy temible tras liberarse de sus estudios universitarios, quien hace unos días hizo tablas con Carlsen en la Liga Alemana.

Los grandes obstáculos para quien aspire a ganar el torneo no terminan ahí. Hay otros cuatro participantes con más de 2.700 puntos Elo: el también indio Rameshbabu Praggnanandhaa, el alemán Vincent Keymer, el neerlandés Anish Giri y el esloveno (de origen ruso) Vladímir Fedoséyev. Y los otros cinco también son capaces de amargar el torneo a cualquiera: Pentala Harikrishna (India), Jorden van Foreest (Países Bajos), Alexéi Sarana (Serbia, de origen ruso), Max Warmerdam (Países Bajos) y Leon Mendonca (India).

Gracias al entrenamiento con la potentísima tecnología actual y a su descomunal talento, Oro ha sido probablemente el mejor ajedrecista de 10 años de la historia; hace mes y medio terminó el 4º en el Argentino Absoluto, luchando por el oro hasta la última ronda. Pero lo normal es que en Wijk aan Zee esté muy lejos de la cabeza del torneo B porque parte como el duodécimo de los catorce (la decimotercera es la china Miaoyi Lu, de 15 años). Sí es realista pensar que el turco Gurel, de 17 años, 4º cabeza de serie, pueda luchar por la plaza que da derecho a jugar el A en 2026. Su trayectoria fulgurante y la brillantez de su juego le acreditan para ello.

Además se jugará un gran torneo abierto y varios pequeños para diferentes categorías, hasta el 2 de febrero. Como cada año, unos 1.500 ajedrecistas inundarán este pequeño pueblo en la costa del Mar del Norte, a 30 kilómetros de Ámsterdam. La tradición del ajedrez en Wijk aan Zee empezó en 1938.