Con la reina no se juega
WALTER OPPENHEIMER | Londres
La BBC vuelve a estar en apuros. Hace tres años dimitieron su presidente y su consejero delegado tras enfrentarse con el Gobierno laborista acerca de la veracidad de unas informaciones sobre la guerra de Irak. Ayer fue un alto directivo, Peter Fincham, el que ha tenido que dimitir tras un demoledor informe interno de la corporación por un rifirrafe con la reina Isabel II. O más bien por la inexistencia de un rifirrafe protagonizado por su majestad.