El Gobierno da marcha atrás y no bajará el impuesto a aviones privados y yates
Medio Ambiente y Hacienda atribuyen el cambio legal a un error pero sin explicar cómo
"Fue un error. Un error". Ésa fue la respuesta del Gobierno a su sorprendente enmienda aprobada en el Senado por la que bajó del 12% al 9,75% el impuesto a los yates y a los aviones privados. Los ministerios de Hacienda y Medio Ambiente intentaron zanjar así el asunto, aunque no explicaron cómo se elaboró esa enmienda -el texto es claro, no hay lugar a equívocos-, y luego, sin contárselo a sus socios, la aprobaron en el Senado dentro de la Ley de Calidad del Aire. El trámite está tan avanzado que la ley se aprobará así en el Congreso y la rebaja fiscal para los millonarios llegará a estar en vigor. Aunque días después, dentro de la Ley de Presupuestos, volverá a subir el impuesto al nivel actual.
El paso de la Ley de Calidad del Aire por el Senado fue delirante. En el Congreso, el PSOE había pactado con IU-ICV y ERC modificar ahí el impuesto de matriculación de los coches para que paguen en función de sus emisiones de CO2 y no de su cilindrada.
Pero hubo más. Mucho más. Sin explicación oficial de cómo ni por qué, la enmienda socialista introdujo una rebaja fiscal para los millonarios: "Las embarcaciones de recreo, las aeronaves de uso privado y otros vehículos terrestres que no son turismos se benefician de una reducción de la tributación puesto que pasan a tributar a un tipo del 9,75% en lugar del tipo 12% al que ahora estaban sometidos".
Lo más alucinante es que la ley sí sube el impuesto de matriculación a quads y motos acuáticas "por razón de la afectación ambiental que producen". Es decir, según ese texto, un quad contamina más que un jet privado.
El texto salió adelante el jueves sin votos en contra, sin que el ponente socialista pueda explicar cómo fue -más allá de que llegó de Hacienda- y sin que la oposición se diese cuenta. En la votación hubo dos abstenciones, confirmadas por PNV y CiU. Según recoge el diario de sesiones, el resto fueron 23 votos a favor. El senador de ICV cree haberse abstenido, pero no está seguro.
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que ayer comparecía en el Consejo de Ministros, intentó zanjar el asunto. A preguntas de EL PAÍS sobre qué beneficios para la contaminación tendría la rebaja a los aviones privados, la ministra afirmó que todo era un fallo. "Se trata de un error y nada tiene que ver con la voluntad del Gobierno de España. Los aviones privados seguirán tributando al 12%", declaró Narbona. En el texto del Senado, el PSOE justifica la enmienda en que "el Gobierno tiene asumido el compromiso de introducir cambios en nuestro sistema fiscal para dotarlo de elementos que tomen en mayor consideración el medio ambiente".
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, también dijo que el Gobierno "no va a alterar la fiscalidad sobre barcos y aeronaves" y que se trata de un "error en la dirección contraria" a la intención del Ejecutivo.
Redacción inequívoca
Si es así, ¿quién redactó el texto, lo envió al Senado para presentarlo como enmienda y aprobarlo sin consultar con los socios parlamentarios? El "error" sería comprensible si la redacción fuese enrevesada o la rebaja aludiese a algún abstruso punto de una remota ley (algo más frecuente de lo que parece). Pero no es el caso.
Tras el Consejo de Ministros, Narbona insistió en que no hubo mano negra, que nunca quisieron rebajar el impuesto a los jets y que cuando quisieron arreglar el fallo ya era tarde. Otras fuentes afirman que Hacienda trató de colar la impopular medida.
La rebaja sería de 18.000 euros para los aviones más baratos -como el del cerebro de la trama de Marbella, Juan Antonio Roca- y de más de 450.000 para los más caros, como el que ha encargado el constructor Francisco Hernando, Paco el Pocero.
Pero subsanar el error no será sencillo. Como el PSOE presentó ese punto dentro de una enmienda más amplia, el Congreso sólo puede rechazarla entera o aprobarla: si anula la rebaja fiscal a los yates, impedirá que el impuesto de matriculación de los coches dependa de las emisiones de CO2. Por eso, el Congreso aprobará la ley y luego, según anunció Narbona, en la Ley de Presupuestos anulará la rebaja fiscal a yates y jets. Los Presupuestos harán así las veces de ley acompañamiento, que el PP utilizaba para enmendar todo tipo de normas y que el PSOE suprimió.
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