Solbes afirma que Madrid recibió durante ocho años trato prioritario

Todas las comunidades aumentan sus partidas presupuestarias desde 2004 menos Melilla y Madrid. Estos son los cálculos del PP que ayer fueron arrojados contra el vicepresidente económico, Pedro Solbes, para concluir que el Gobierno "desprecia" a los madrileños. De solidaridad habló Solbes para responder al PP. Durante ocho años, señaló, "se priorizaron" las inversiones a Madrid, ahora hay que ayudar a otras autonomías.

El ataque fuerte y sostenido del PP contra el Gobierno por su supuesto "desprecio" a Madrid llegó ayer al Congreso de los Diputados y al que tuvo que hacer frente el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes. En los últimos días, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha pedido a los ciudadanos que no voten las candidaturas del PSOE en las elecciones generales del próximo mes de marzo.

Madrid sigue siendo un feudo muy sólido para el PP, en el que cosecha sus máximos éxitos. "Señor vicepresidente, estos Presupuestos son una vergüenza para Madrid y un desprecio absoluto a los ciudadanos madrileños", dijo ya en voz muy alta y en tono alterado el diputado del PP por Madrid Ismael Bardisa. Solbes mantuvo su tono habitual, apenas enfático, y empezó a recitar cifras sobre las partidas presupuestarias que habían ido a Madrid durante los ocho años de los Gobiernos del PP.

Entre 1997 y 2004 Madrid recibió "con el criterio que ustedes llaman de Cataluña, 30 puntos del PIB por encima de lo que le correspondía". Y siguió dirigiéndose a Bardisa que, en efecto, le puso como baremos las cantidades que han ido a Cataluña y Andalucía. "Si aplicamos el criterio que ustedes llaman de Andalucía, resulta que Madrid en esos años recibió 64 puntos por encima de lo que debería haber recibido".

Y de forma paladina el vicepresidente reconoció, quizá lo que el PP quería escuchar. "Como deber ser normal en la inversión del Estado hubo un momento en que el Gobierno [del PP] priorizó la inversión a Madrid y me parece bien que lo hiciera, lo defiendo y estoy encantado; ahora bien, no puede pretender que esas cifras para Madrid se mantengan permanentemente". "Pero ahora parece razonable que después de priorizar la inversión a Madrid, por encima de todos los conceptos, se prioricen otros territorios del país; si ustedes no lo aceptan, me preocuparía porque supondrá una falta de solidaridad absoluta con el resto del país".

Desde la tribuna de invitados, un grupo de alcaldes del sur de Madrid asistían a esta sesión de control al Gobierno y a ellos aludió la diputada y presidenta del Partido Socialista de Madrid (PSM), Delia Blanco, para presuponer que el discurso duro del diputado del PP tenía también que ver con la presencia de ediles de la Comunidad.

Pero no todo fue Madrid, sino que el vicepresidente segundo tuvo que hacer frente a la dureza parlamentaria de los dirigentes del PP Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, dirigida cada miércoles a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, ayer en viaje oficial fuera de España.

"Usted ha provocado división e inestabilidad. El último ejemplo lo tenemos en los Presupuestos Generales del Estado, que ustedes han hecho que no sirvan para el bienestar general, sino para intentar ganar un puñado de votos, generando agravios y enfrentamiento entre territorios". Esta reflexión inicial de Acebes apuntaba a que el secretario general del PP pronto iba a ir por otros derroteros y se comprobó con la pregunta que le formuló a Solbes en relación con el PNV.

"¿Le parece a usted lógico que el Gobierno pacte los Presupuestos del Estado con quien simultáneamente plantea un referéndum ilegal para la independencia?". La respuesta primera de Solbes fue breve: "Me deja usted preocupado. ¿Está usted diciendo que el PNV no tiene legitimidad para negociar y pactar en esta Cámara?".

Y Acebes abandonó los Presupuestos y se fue directamente al segundo intento de Ibarretxe de plantear una consulta sobre la autodeterminación, aunque sobre esto ya habían discutido minutos antes el presidente del Gobierno y el presidente del PP.

También Solbes fue atacado con dureza por Eduardo Zaplana. "Usted trata de dar una imagen de solvencia basada más en lo que no hace que en la adopción de medidas". Y Solbes, después de sentenciar que en Economía todos son herederos de sus predecesores, se enfrascó en los datos, de antes y de ahora. Sin aspavientos, apeló a las cifras. "La situación es la que es", sentenció.

La tarde de control al Gobierno siguió abrupta y el presidente del Congreso, Manuel Marín, tuvo que pedir a los parlamentarios "sosiego y serenidad" habida cuenta de que todavía les quedan cuatro meses de convivencia.