Rajoy culpa a Zapatero y se ofrece como defensor de España
El PP había preparado durante toda la semana este momento, el del anuncio del desafío del lehendakari al Gobierno. En los últimos días, los miembros de la cúpula consultados no hablaban de otra cosa: "El viernes es el gran día". Por eso, ayer, el discurso de Mariano Rajoy, que visitaba Córdoba, no fue una faena de aliño más, sino una enmienda a la totalidad a la política de Zapatero y una oferta a los españoles del PP y su líder como garante de la unidad de España. En el PSOE no hubo especialmente regocijo por el anuncio del presidente vasco, al estimar que favorece la estrategia del PP.
- Radicalización nacionalista. El jefe de la oposición comenzó culpando al presidente de la ofensiva nacionalista: "Estamos ante un paso más en el proceso de radicalización política al que ha llevado la política sobre España y las políticas territoriales el señor Zapatero. En los últimos días hemos visto cómo se insulta al Rey, cómo se queman sus retratos, cómo se ignora la bandera de España, cómo se pretende decir que el jefe de los Ejércitos no sea el Rey".
- Chantaje al Estado. El PP preveía que Ibarretxe hiciera un anuncio vago, sin fecha concreta, algo tipo "antes de que acabe la legislatura". La precisión del 25 de octubre sorprendió a la cúpula de la oposición. Rajoy, que tenía preparado un discurso de máxima gravedad en cualquier caso, señaló: "Lo que ha anunciado hoy el señor Ibarretxe es un desafío al Estado, va contra la Constitución, es un chantaje, porque el señor Ibarretxe dice 'o se hace lo que digo yo o se hace lo que digo yo'. Pero lo más importante es que se pretende quitar a los españoles la capacidad de decidir que les da la Constitución sobre lo que es España. [Ibarretxe] Quiere que los españoles no puedan decidir sobre una parte de España. Y eso es absolutamente inaceptable, además de ilegal. Esperamos que el presidente del Gobierno, desconcertado y desbordado por los radicalismos que han puesto en práctica algunos de sus socios parlamentarios, esta vez esté a la altura de las circunstancias".
- No hay pacto con este PNV. El líder del PP se había acercado al líder del PNV, Josu Jon Imaz, con quien había mantenido dos reuniones, y confiaba incluso en poder llegar a acuerdos tras las elecciones si los nacionalistas moderaban sus posiciones. Esta idea ha sido muy criticada en los medios más conservadores, que presionaban a Rajoy para que dejara de decir que estaba dispuesto a pactar. Por eso ahora el discurso ha cambiado y el líder del PP busca una vía intermedia: "Yo no voy a pactar con nadie, yo voy a pactar con los españoles", dijo el miércoles en Cuatro. Ayer dejó claro que con este PNV él no quiere acordar nada. "Quiero decir, por último, que la única prioridad que hay en este momento en el País Vasco, la única de verdad es acabar con ETA. Y que todos los ciudadanos puedan disfrutar de los derechos y de las libertades que les corresponde como persona. Esa es la única prioridad".
- "Alternativa para defender España, nuestra nación". Recuperando su discurso de en la manifestación en la madrileña plaza de Colón, se ofreció como garante de la unidad de España. Esos son ensoñaciones propias de políticos que no están a la altura de sus responsabilidades. Aquí hay una alternativa que va a defender la Monarquía, la bandera española, la Constitución española y la libertad y la igualdad de todos. Pueden estar tranquilos porque, frente a las ensoñaciones y las locuras de algunos, y frente a la incapacidad para asumir sus propias responsabilidades que acredita el presidente del Gobierno, hay una alternativa dispuesta a defender aquello en lo que creemos todos los españoles, que es España, nuestra nación".
- El PSE rechaza; el Gobierno mantiene el respeto institucional. La posición de los socialistas, como partido y como Gobierno, estuvo coordinada desde el primer momento. La dirección federal decidió con la ejecutiva de los socialistas vascos mostrar su rechazo con la máxima contundencia a la propuesta de Juan José Ibarretxe. Y de esto se encargó el PSE, cuyo portavoz parlamentario, José Antonio Pastor, situó la propuesta del lehendakari en un ámbito mesiánico y ajeno a la realidad como ocurre con todas las "ensoñaciones". En el PSOE reconocen que el Gobierno empleó un tono moderado. También estaba previsto. El rechazo es y será total, pero se quiso guardar la compostura y el respeto que merece el presidente legítimo del Gobierno vasco. Ahora bien, en el PSOE se reconoce que la situación no es favorable en absoluto a los socialistas a seis meses de las elecciones generales. En la dirección socialista se considera que la propuesta de Ibarretxe será utilizada con fruición por el PP para atacar al gobierno de Zapatero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Plan Ibarretxe
- Mariano Rajoy
- Jaume Bosch
- Declaraciones prensa
- ERC
- Josep Lluís Carod Rovira
- VIII Legislatura País Vasco
- Pasqual Maragall
- Política nacional
- Presidencia Gobierno
- CiU
- Nacionalismo
- PSE-EE PSOE
- Parlamentos autonómicos
- Independentismo
- Gobierno Vasco
- PSOE
- Debates parlamentarios
- Referéndum
- Gobierno autonómico
- PP
- País Vasco
- Elecciones
- Política autonómica
- Parlamento