_
_
_
_

Ciutat Vella busca el consenso para cambiar los usos de La Rambla

Una comisión debatirá y decidirá qué actividades se limitarán en el paseo

Blanca Cia

Ayuntamiento, comerciantes, vecinos, hoteleros, restauradores y técnicos han constituido una comisión para decidir cómo reorientar los usos del principal paseo de Barcelona, La Rambla. Un paseo que ha sido tomado literalmente por el turismo en los últimos años y cuya actividad ha girado hacia ese sector, con la apertura y construcción de hoteles y la proliferación de franquicias de locales de restauración de baja calidad.

Hasta 24 tiendas de souvenirs a ambos lados del paseo -con los típicos trajes de faralaes y los sombreros mexicanos-, un número importante de casas de cambio, terrazas de bares y restaurantes en las que no se oye ni una sola conversación en catalán o castellano, estatuas que prácticamente se pegan una a otra ante decenas de turistas que copan la acera y grupos de trileros que entre las rondas dede la Guardia Urbana siguen haciendo su agosto con el timo de la bolita.

Es el retrato fijo de La Rambla durante buena parte del año que poco a poco ha ido expulsando al residente de Ciutat Vella y al barcelonés en general. Este panorama preocupa al Ayuntamiento y también a vecinos y comerciantes de la zona, que han puesto en marcha una comisión para debatir y tomar decisiones sobre el futuro de La Rambla. "Si hay que limitar más algunas actividades, como la hotelera; cómo reorientar los comercios para que sean de mejor calidad; si hay que cerrar todos los puestos de venta de animales o no: todo se planteará en la comisión y se decidirá" explicó ayer la regidora del distrito Itziar González, que quiere aplicar en el principal paseo de la ciudad un singular proceso de participación que ya ha puesto en práctica en otros puntos de la ciudad.

Representantes de la Asociación Amics de la Rambla, en la que están vecinos y comerciantes, respaldan la iniciativa. Ayer, en el acto de los Ramblistas del Año, la edil insistía en que hay que corregir la actividad que "consume" el paseo de forma intensiva, en referencia clara al turismo. También planteó la conveniencia de trasladar el dinamismo comercial del Barri Gótic a La Rambla y al Raval.

El consenso no es fácil de alcanzar teniendo en cuenta los intereses, cada vez mayores, de hoteleros, restauradores y bares cuyo principal cliente es el turista y que prescinden del barcelonés. "Los precios de las consumiciones en las terrazas se rigen por la demanda, que es mayoritariamente turística", argumentaba el propietario del restaurante Amaya, de La Rambla. El monocultivo del potencial cliente llega al punto de que en algunas terrazas del paseo ya no se sirven cafés porque es una consumición barata.

Menos delitos

En La Rambla se sigue robando al que va despistado y al incauto, pero menos. Eso es lo que ayer sostuvo el intendente de la Guardia Urbana al explicar las cifras de la delincuencia en lo que va de 2007. Los agentes detuvieron a 832 personas por delitos, el 10% menos que el año pasado en el mismo periodo. Y las denuncias que se han cursado sin detención han sido 1.049. Los trileros son los que más aguantan, y si el año pasado había nueve grupos, este año se han reducido a "seis o siete", según el intendente. Por delito de estafa mediante el trile fueron detenidas 111 personas y denunciadas 536. Ayer mismo, en un espacio de unos 20 metros había tres grupos de trileros, muy cerca de las oficinas de la Guardia Urbana de La Rambla.

En cuanto a las restricciones del tráfico en La Rambla, la regidora Itziar González precisó que ya se ha empezado a sancionar a los infractores. El sistema de cámaras ha estado inactivo durante meses y ha empezado a funcionar recientemente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_