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El avispero de Afganistán

Liberados los dos militares italianos secuestrados en Farah

En la operación de rescate de los soldados murieron nueve de los secuestradores afganos

Los dos militares italianos secuestrados en la tarde del sábado en Afganistán han sido liberados en la madrugada del lunes en el curso de una operación de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) en la provincia de Farah. Ambos soldados, que pertenecen a los servicios secretos italianos (Sismi), resultaron heridos, uno de forma muy grave. En el curso del rescate murieron nueve de los secuestradores afganos, según confirmó ayer el ministro de Defensa italiano, Arturo Parisi.

Los italianos, de los que todavía no ha sido facilitada la identidad, habían sido vistos por última vez en un puesto policial en Azizabad, en la zona de Shindand, el sábado por la tarde. Cuando fueron secuestrados, iban acompañados por un chófer y un intérprete afganos que fueron liberados el domingo por la noche.

En la operación de rescate de la OTAN, las tropas italianas, apoyadas por las británicas, "estuvieron en primera línea", aseguró el ministro Parisi, quien expresó también su satisfacción por el resultado de "esta operación muy difícil y que ha puesto a prueba la capacidad de nuestros militares y la solidaridad de la Alianza".

Sin embargo, ayer quedaban muchos detalles por aclarar. La identidad de los dos militares y su tarea en el momento del secuestro están entre las muchas incógnitas: según el portavoz de la Comisión de Defensa en el Senado italiano, Sergio De Gregorio, los dos militares son "dos suboficiales encargados de coordinar tareas de solidaridad con los alcaldes y otras autoridades de la zona". Tras varias filtraciones de prensa, en la tarde de ayer Parisi intervino en la Cámara de Diputados y reconoció que se trata de dos agentes de los servicios secretos italianos (Sismi) que recopilaban informaciones útiles para el contingente italiano de la amenaza terrorista.

Tampoco se conocía, hasta ayer, la identidad de los secuestradores. Según De Gregorio, podía tratarse de bandidos que habrían llevado a cabo el secuestro para entregar luego los rehenes a los talibanes. Paralelamente, el jefe de la policía criminal de Herat, Alí Khan Husseinzada, dijo a la agencia France Presse que "fueron secuestrados por un comandante local de los talibanes, el mulá Abdul Hamid, y trasladados a una zona comprendida entre la provincia de Farah (oeste) y el distrito de Shindand". Uno de los principales portavoces de los talibanes, Yusuf Ahmadi, señaló sin embargo a la citada agencia francesa que no sabía nada de los dos militares italianos.

Según la reconstrucción del Corriere Della Sera, los italianos viajaban junto con su chófer y su traductor en dos vehículos distintos, un Toyota Corolla y un todoterreno Surf, dos coches que no llevaban distintivos del ejército. Dejaron uno de los vehículos en un control militar en Azizabad, y siguieron su camino. A partir de ahí, se perdieron sus pistas. Los italianos, siempre según fuentes citadas por el Corriere, tenían una cita en Azizabad la tarde del sábado y no llevaban uniforme. Fueron parados por un grupo de hombres armados en las cercanías de esta localidad. El Toyota Corolla fue hallado más tarde abandonado, sin ningún signo de disparos.

En la media noche del domingo (hora española), fue dada la noticia de que el traductor y el chófer habían sido liberados y habían llegado en buenas condiciones en la provincia de Herat. Quizás su testimonio ante los investigadores afganos resultara útil para localizar a los secuestradores.

El suceso abrió una nueva brecha en la coalición de centro izquierda de Romano Prodi, cuyo Gobierno perdió la votación el pasado mes de febrero para aumentar la misión militar en Afganistán. Actualmente, 2.015 soldados italianos están desplegados en las provincias de Kabul y Herat. Desde Nueva York, Prodi dijo que "no cambia la actitud del Gobierno hacia la misión en Afganistán", en respuesta al portavoz de los Comunistas Italianos (también parte de la coalición de Prodi), Oliviero Diliberto, que había pedido la rápida retirada de las tropas del país.

En el debate celebrado en la Cámara de Diputados ayer por la tarde, los partidos de extrema izquierda volvieron a pedir "una planificación de la retirada de las tropas de ocupación", dijo Severino Galante, de los Comunistas Italianos. Mientras, el Partido de Refundación Comunista criticó las modalidades del rescate, y dijo que hubiera sido mejor "negociar", como se hizo en el caso del periodista Daniele Mastrogiacomo. Los otros partidos de la coalición de Prodi confirmaron su apoyo al contingente, "ya que la misión todavía no se ha terminado", dijo Massimo Donadi, portavoz de Italia de los Valores.

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