Educación, servicio menguante
Estoy cansado. Soy profesor de secundaria en el instituto de Guijuelo y estoy cansado. Este instituto surgió al implantarse la LOGSE hace ya 10 años y es el único centro de secundaria que atiende a una amplia zona de la provincia de Salamanca. Integró varios centros anteriores por lo que se compone de tres recintos separados entre sí por una carretera y 400 metros. Sí, han entendido bien, para cambiar de clase lo mismo alumnos que profesores podemos tener que recorrer casi medio kilómetro y cruzar una carretera. Esta circunstancia complica extraordinariamente la organización y la vida cotidiana del centro y supone un esfuerzo complementario por parte de todos los miembros de la comunidad educativa. Alguien pensará que la administración educativa de la Junta de C. y L. habrá tomado medidas para compensar estas dificultades, nada más lejos de la realidad.
Desde su creación el instituto tenía servicio de transporte y comedor, con el tiempo se implantó un ciclo formativo y un curso de garantía social. Nunca hubo más personal de administración y servicios que el que corresponde por número de alumnos, pero sí teníamos un par de jefes de estudios adjuntos que permitían un mejor control del centro.
A los dos o tres cursos asumió las competencias la Junta y empezaron los recortes. Primero un jefe de estudios adjunto menos. A continuación, dejó de impartirse el ciclo formativo. Después de un duro trabajo para implantarlo y haber conseguido que incrementase sus alumnos paulatinamente, comunican un julio que no se impartirá al curso siguiente no porque al comenzar no hubiese suficientes alumnos matriculados sino porque ¡en mayo! no había suficientes preinscripciones. Eso sí, sigue figurando como si se impartiese.
Un par de cursos más y desapareció el servicio de comedor "porque los padres así lo aceptaron" después de que durante un curso les preguntasen cuatro o cinco veces si querían que al siguiente lo hubiese. El curso pasado ya no hubo grupo de garantía social y la excusa fue más o menos la misma que para el ciclo. Este curso han quitado otro jefe de estudios adjunto.
Seguimos recorriendo 400 metros y cruzando una carretera para cambiar de clase. Me toca ser jefe de estudios. Estoy de baja. Lo más probable es que sea cáncer. También lo más probable es que no sea grave. Nadie me sustituirá. Tampoco sustituirá nadie a la administrativa que está de baja ni se cubrirá la plaza que está libre en la oficina. Todo el trabajo recaerá sobre mis compañeros del equipo directivo que ahora son tres en vez de cuatro. Y lo sacarán adelante. Y no pasará nada. Estoy cansado.
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