Con arte y nocturnidad
La segunda edición de La Noche en Blanco reúne en Madrid a centenares de artistas en más de 170 acciones
Parece un pozo encantado, aunque los magos son ingenieros informáticos ya que, en realidad, es una gran pantalla táctil para pinchar música electrónica mediante unas fichas transparentes. Se llama reactable y de ella saldrán los sonidos, colores y vibraciones que mañana, a partir de las once de la noche y hasta las tres de la madrugada del domingo, inundarán el antiguo Círculo Mercantil de Madrid. Se trata de una de las más de 170 actividades gratuitas incluidas en el programa de la segunda edición madrileña de La Noche en Blanco, e ilustra la filosofía de esta quermés artística internacional: "Estar cerca del público", explica su comisario, Pablo Berástegui. "Hemos intentado establecer un vínculo con los espectadores, invitando a artistas reconocidos que comuniquen cosas y no sean crípticos". Objetivo: espectáculos que involucren al público.
Ayer, esas piezas musicales atraparon al alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, durante la presentación de la agenda de la velada (www.esmadrid.com/lanocheenblanco). Éstas son algunas pistas para no perderse en la noche artísticamente más intensa del año en Madrid.
- Las reglas no tienen reglas
Lo enseña el artista escocés Douglas Gordon, que con el espectáculo Art rules intentará cuestionar, en el Matadero de Madrid, las ideas preconcebidas sobre los límites de la performance junto a la banda de jóvenes berlinesas Chicks on Speed. Gordon mismo se convertirá en la obra de estas artistas, que lo encerrarán -semidesnudo- en un cubo de cristal. Un proyecto nacido en España de la mano de Rafael Doctor, director del Musac de León, que promete desparrame a medio camino entre arte y rock.
- La atmósfera de Alcalá
Convertir un espacio familiar para decenas de miles de madrileños en un lugar de ensueño: ver la Puerta de Alcalá rodeada de una nube onírica. Ésta fue la visión de la artista mexicana Darya von Berner, que mañana llevará, con la ayuda de un recipiente de 20 metros de altura, un pedazo de cielo hasta el centro de la capital. Y, al menos por una noche, realizará su sueño, porque "bajar una nube a la tierra es materializar un ideal, es hacer que alguna vez sea posible lo imposible".
- Arquitectura visionaria Sólo son necesarios tres ingredientes: un fondo arquitectónico (en este caso el Palacio de las Telecomunicaciones de Madrid), un ordenador y un proyector. El resultado: una instalación hipnótica del videoartista escocés Charles Sandison. Sus obras intentan modificar los contextos y los espacios en los que se proyectan. Todo, improvisado con un teclado.
- La luz de Gotham City
Los jardines dibujados por un grupo de niños inundarán de luz la fachada del emblemático Edificio España, ahora vacío. ¿Cómo? Gracias a una instalación del artista británico Ron Haselden, que, con la ayuda de decenas de voluntarios, reproducirá esos dibujos en sus más de 400 ventanas. Con bombillas y gelatinas irán tintando los cristales, siguiendo las instrucciones de un locutor de Radio Círculo.
- Una de dibujos animados
Las películas de animación realizadas entre 1989 y 2003 por el dibujante surafricano William Kentridge han sido reunidas por primera vez en un único metraje, que se proyectará mañana en el Centro Cultural Conde Duque. Journey to the Moon and 9 drawings for projection es un recorrido por la transición de Suráfrica, del apartheid a la democracia. La partitura musical para este espectáculo está firmada por Philip Miller.
- A pedalear
Quienes quieran quedarse en el Conde Duque, tengan ganas de ir en bici y, al mismo tiempo, de participar en una fiesta, no deberán perderse la performance simbiótica de Party Manual. Un auténtico sarao con bolas de discoteca, barra de bar, iluminación... Un grupo de voluntarios pedaleará para generar energía eléctrica. Una buena metáfora de La Noche en Blanco: para disfrutarlo hay que vivirlo.
- Entre cola y cola
"Hemos intentado que el público de La Noche en Blanco lo pase bien incluso esperando, entre cola y cola". Las palabras de Pablo Berástegui son toda una declaración de intenciones. Y es que, mientras aguardan, los espectadores podrán disfrutar de obras e instalaciones callejeras como ésta, del artista barcelonés Antoni Muntadas, residente en Nueva York, que va precisamente de colas. En el paseo del Prado, clásico escenario de largas esperas turísticas, se podrán ver imágenes de otras colas tomadas por el artista, que además pasará la noche fotografiando a los asistentes. "Y ojalá un día podamos ver una de esas imágenes en el MOMA de Nueva York", concluye Berástegui.
Al principio fue París
La Noche en Blanco nació en París hace cinco años como "manifestación cultural gratuita abierta a todos y que se celebra a finales de verano durante una noche entera". Tras el éxito de su primera edición, otras capitales decidieron sumarse a la iniciativa. Hoy, Bruselas, Riga, Roma, París y Madrid forman la red europea de las noches blancas y han consensuado también algunas reglas de la manifestación: "La Noche en Blanco privilegia la creación contemporánea... Escenifica el espacio público en todos sus aspectos: tanto lugares cerrados, abandonados o periféricos, como espacios prestigiosos pertenecientes al patrimonio histórico de la ciudad... Es la ocasión para impulsar formas de movilidad respetuosas con el medio ambiente: bicicleta y todo tipo de transporte público", se dice en el programa.
La única condición es que los ciudadanos salgan a la calle y estén abiertos a nuevas experiencias artísticas. En este terreno, Madrid juega con cierta ventaja, y los organizadores de la manifestación lo saben. "Los madrileños son especialmente dados a ocupar los espacios públicos, les gusta vivir en la calle", apunta Pablo Berástegui. "Sólo falta que la gente tenga una creación de primera mano con la creación contemporánea", añade.
El sábado 29, la cita con La Noche en Blanco será en Bruselas, mientras que el 6 de octubre, París celebrará su velada artística a lo largo del trazado de la línea 14 del metro.
Babelia
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