La euforia por la rebaja de tipos en EE UU lleva a la Bolsa a la mayor subida en cuatro años
El Ibex se revaloriza el 3,22% en una jornada marcada por los máximos del euro, el petróleo y el oro
Con el río aún revuelto por la crisis hipotecaria, la Bolsa española pescó ayer la mayor subida en más de cuatro años. El Ibex se revalorizó el 3,22%, subido en la ola de euforia desatada al otro lado del Atlántico tras la decisión de la Reserva Federal de rebajar los tipos de interés medio punto de una tacada. Sin apenas más razones que esa drástica reducción del precio del dinero, los grandes parqués europeos se apuntaron subidas similares. El oro, el petróleo y el euro tocaron también nuevos máximos. Y eso a pesar de que la crisis dista mucho de haberse cerrado: el mercado espera con cierta ansiedad el goteo de resultados de las entidades financieras potencialmente afectadas, que se producirá en los próximos días. Morgan Stanley dio el primer aviso y presentó peores cifras de las previstas.
El Banco de Inglaterra y la Fed anuncian nuevas inyecciones de liquidez para paliar la crisis
Las constructoras y los bancos, además de Iberia, protagonizan la revalorización bursátil
Hacía cuatro años que la Fed no bajaba los tipos de interés. Y hacía también cuatro años que la Bolsa española no se daba un atracón como el de la sesión de ayer. El Ibex ganó el 3,22% y obligó a tirar de hemeroteca: se trata de la mayor subida desde abril de 2003, en plena incertidumbre en el panorama económico mundial tras la resaca del 11-S. La historia se repite: la euforia bursátil -casi un 6% al alza en las últimas dos sesiones, con las constructoras, los bancos e Iberia a la cabeza- llega ahora en medio de la crisis del crédito, tras los problemas de las hipotecas de alto riesgo en EE UU.
La euforia no fue una exclusiva del Ibex. Las grandes plazas europeas registraron revalorizaciones similares: París avanzó incluso más, el 3,27%, con Londres (2,8%) y Francfort (2,3%) pisándoles los talones y con el viento favorable de la apertura al alza de Nueva York.
Además de las Bolsas, la excitación de los mercados agitó otros tipos de activos, y así el euro llegó a rozar los 1,40 dólares por unidad, el listón a partir del cual los analistas advierten de posibles problemas para las exportaciones europeas. El petróleo sobrepasó la barrera de los 82 dólares por barril en Estados Unidos, y el barril de referencia en Europa se mantuvo en torno a los 78 dólares. E incluso el precio del oro -considerado como uno de los activos refugio internacionales- alcanzó cotas inéditas en los últimos 27 años.
"Euforia" era ayer la palabra más repetida por los analistas. "El guiño de la Fed no es suficiente para explicar la sobrerreacción de la Bolsa. Pero tal vez el mercado piense que quedan pocas oportunidades para arreglar un año más bien mediocre en el parqué", afirmó David Cano, de Analistas Financieros Internacionales. El Ibex se anota, de momento, una revalorización del 2,4% en lo que va de año. Inferior a la subida de ayer.
La aparente paradoja es que la fuerte subida bursátil llega mientras siguen aflorando los problemas derivados de la crisis hipotecaria. Los analistas esperan con cierta ansiedad las presentaciones de resultados de los bancos de inversión y otras entidades financieras a ambos lados del Atlántico, que darán la verdadera medida de la profundidad de la crisis. Morgan Stanley es el primer botón de muestra: el segundo mayor banco de inversión estadounidense presentó una caída del beneficio por acción del 18%, peor de lo esperado.
En el parqué pesó mucho más la resaca de la bajada de tipos. La Reserva Federal no se concedió descanso y tras el cambio de rumbo en la política monetaria volvió a inyectar liquidez en el mercado, con 9.750 millones de dólares. El Banco de Inglaterra anunció la misma medida para los próximos días, ante los problemas del sector financiero británico, con Northern Rock como principal protagonista y con el resto de la banca en pleno desplome bursátil. La medida anunciada por el banco central británico supone un giro estratégico radical, apenas una semana después de que su gobernador, Mervyn King, afirmase que las inyecciones de liquidez perjudican a las entidades que han realizado una gestión correcta e incrementan la intensidad de las crisis futuras.
El mercado ha percibido que las condiciones de financiación se han visto favorecidas por la rebaja de tipos de la Fed, según el consenso de los analistas, pero la incertidumbre no desaparece. "La nueva inyección de dinero de la Reserva Federal es un reconocimiento implícito de que la crisis dista mucho de haber acabado. La tranquilidad sólo llegará cuando deje de haber noticias negativas derivadas de la crisis financiera, y no parece que eso vaya a producirse de inmediato", aseguró Julián Coca, analista de Inversis.
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