Los ministros de Economía de la UE dudan de la crisis pero tomarán precauciones

Los ministros de Economía de la zona euro aprovecharon su reunión en Oporto, la primera que se produce tras la crisis hipotecaria, para quitar hierro al asunto y mandar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos y a los mercados. No obstante, tomarán nota de lo sucedido e intentarán consensuar medidas para mejorar la transparencia de los instrumentos financieros. El vicepresidente Solbes volvió a insistir en que la economía española está totalmente saneada, pero reconoció que hay un "riesgo a la baja" en el crecimiento de 2008.

Palabras tranquilizadoras pero escasa información sobre el calado de la crisis. El impacto real que puede tener en Europa la crisis de las hipotecas de alto riesgo de Estados Unidos sigue siendo un misterio. Pero los sustos se suceden. Ayer trascendió la inyección financiera por parte del Banco de Inglaterra al Northern Rock, nada menos que la quinta entidad británica por volumen de hipotecas, por falta de liquidez. Los ministros de Economía del Eurogrupo analizaron ayer por primera vez tras la crisis financiera desatada este verano. El titular de Economía británico, Alistair Darling, pidió ayer "una acción internacional", para reducir el riesgo de que "se repitan las turbulencias".

Pero el mensaje dominante de los ministros de Economía de la zona euro y de las autoridades económicas y monetarias perseguía fundamentalmente dar confianza a los ciudadanos y a los mercados. El presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, aseguró que el impacto de la crisis financiera produciría "un impacto muy ligero sobre el crecimiento". Juncker calificó de ejemplar las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) durante la crisis. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, abundó en la tesis del impacto moderado al afirmar que los efectos de la crisis financiera "tendrían un efecto muy pequeño sobre el crecimiento económico".

Sacar lecciones

El comisario recordó que las revisiones a la baja del crecimiento se limitaban a una décima tanto en la zona euro como en el conjunto de la UE, que quedaría en 2,5% y 2,8%, respectivamente para este año. El presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, dijo que había que "sacar lecciones" de las actuales turbulencias. Definió la crisis como "un proceso de volatilidad y de revalorización del riesgo en los mercados financieros globales provocado por las dificultades del mercado de las subprimes (hipotecas de alto riesgo) en Estados Unidos".

Para hacer frente a los desafíos de las innovaciones de los productos financieros para las autoridades de regulación, el Eurogrupo ha solicitado un informe al Comité Económico y Financiero para mejorar la transparencia del sistema financiero internacional. El objetivo es "revisar junto a los demás socios internacionales como mejorar la transparencia de los complejos instrumentos financieros, de las instituciones y de lo vehículos así como mejorar la evaluación de los procesos de gestión de riesgo".

Trichet dijo que este análisis y revino de la situación de los mercados financieros afectaría a "todos los sectores e instituciones públicas y privadas". El ministro de Economía portugués, Fernando Teixeira Dos Santos, anunció que una primera evaluación de estos informes podría estar disponible para la reunión del Ecofin del próximo mes. El comunicado oficial con un lenguaje críptico advierte de que "de cara al futuro la volatilidad de los mercados financieros y sus posibles implicaciones sobre las condiciones globales de los créditos, implica un aumento de las incertidumbres y riesgos de rebaja sobre las previsiones de crecimiento".

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, aseguró que a situación de España es totalmente distinta", porque "la economía española está totalmente saneada". Solbes explicó que España es un país que recibe ahorro del exterior para equilibrar el déficit corriente por lo que no tiene los riesgos de otros países que han invertido o garantizado inversiones de alto riesgo, especialmente en Estados Unidos. Descartó "totalmente" que algún banco español pueda resultar afectado por la crisis de liquidez.

Solbes dijo que no había modificado las previsiones de crecimiento (3,8 % para este año y 3,3%), y aseguró que era "relativamente optimista porque los fundamentales eran muy sólidos". No obstante, reconoció que hay un "riesgo a la baja en 2008". Y añadió que las actuales "turbulencias tenían muy poco que ver con nuestro sistema financiero".