Héroe de Cataluña

Cinco meses después de su estreno en Cataluña, llega a Madrid El coronel Macià, biopic del histórico dirigente catalán Francesc Macià, militar, político, fundador de Esquerra Republicana y presidente de la Generalitat durante la Segunda República. Dirigida por Josep Maria Forn, de 79 años, la película, de imagen un tanto añeja aunque con una eficaz narración, es una hagiografía ensalzadora de su figura histórica, en la que no se vislumbra cojera alguna respecto de su honorabilidad, valor y patriotismo.

Forn, con muy buenas películas en los años sesenta (Los culpables y, sobre todo, La piel quemada), se desdibujó en los setenta, abdicó en los ochenta, y volvió en los noventa aunque sin demasiado fuelle. Nueve años después de su última obra, la vulgar Subjudice, regresa a territorio conocido: el de la historia de Cataluña a través del retrato de una de sus figuras señeras, algo que ya había practicado en la formalmente acartonada Companys, proceso a Cataluña (1979), sobre la personalidad del presidente de la Generalitat desde 1934 y durante la Guerra Civil, Lluís Companys.

Consciente de que en su nueva película la explicación de la evolución ideológica de Macià resulta básica, Forn inicia su historia con la mecha que enciende su primer giro hacia la defensa de su tierra: la crítica a sus superiores militares a causa del incendio de las revistas catalanistas Cu-Cut! y La Veu de Catalunya, por parte de soldados del ejército de Alfonso XIII.

A partir de ahí, el proceso que le va a llevar desde su puesto de teniente coronel del ejército hasta la proclamación pública de la República Catalana, el 14 de abril de 1931, previo paso por el Parlamento español como diputado, es contado por el director y guionista con una rigurosa utilización de las elipsis y los puntos de vista, así como un buen dominio de la narración y del ritmo a través de la continua introducción de flash backs.

Sin embargo, mientras el paso desde su inicial apoyo a la Monarquía hasta posiciones catalanistas (y posteriormente independentistas) resulta muy creíble, el salto desde el pacifismo político hasta la lucha armada no resulta convincente. Quizá porque ahí resida una de las claves que es preferible no tocar en un momento en el que Cataluña vive días clave para su futuro político.

Desde luego, el momento en el que se produce el estreno de El coronel Macià (con el apoyo económico de la Generalitat) no parece casual; el problema residiría en extrapolar la Cataluña en la que vivió Macià a su situación actual.