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Reportaje:

Los reparos de Solbes caen en saco roto

Las reticencias del vicepresidente a nuevos gastos sociales no frenan a los ministros

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, zanjó ayer las diferencias manifestadas por su vicepresidente económico, Pedro Solbes, hacia los planes sociales de distintos ministros en los dos últimos meses. El último conflicto conocido se materializó el martes, con sus objeciones al plan de atención gratuita dental para niños y jóvenes anunciado por el ministro de Sanidad, Bernat Soria.

Zapatero negó tajantemente que su vicepresidente económico discrepe de los proyectos sociales del Gobierno. "Sinceramente, no es así", dijo en la cadena SER. En un terreno más preciso, señaló que le parecieron "razonables" las observaciones de Solbes cuando el martes reclamó que el plan de atención sanitaria dental del ministro de Sanidad debe concertarse con las comunidades autónomas -que tienen la competencia- y debe tener su dotación presupuestaria.

El vicepresidente teme que las medidas sociales hipotequen al Ejecutivo a largo plazo

El presidente del Gobierno dio un espaldarazo a Solbes. "Es un gran vicepresidente económico", dijo. Y paralelamente, aseguró que el proyecto del ministro de Sanidad sobre la atención dental gratuita saldrá adelante.

A primera hora de la mañana, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ya adelantó que el plan sanitario saldría adelante y que Solbes y Soria se pondrían de acuerdo,

De hecho, Zapatero y Solbes hablaron ayer mismo del asunto y el propio presidente del Gobierno admitió públicamente que habla todos los días, y a veces varias veces, con su vicepresidente económico.

De hecho, todas las iniciativas sociales de los ministerios han sido conocidas por Solbes antes de que los ministros las anunciaran en público, señalan fuentes de su entorno. Incluidas las de los dos últimos meses, a las que ha presentado objeciones en público, como la subvención de 2.500 euros a las familias por nacimiento que Zapatero anunció en el debate sobre el estado de la nación.

La Moncloa no ha dado importancia al incidente. Buena prueba de ello es que el jefe de Gabinete de la Presidencia, José Enrique Serrano, bromeó ayer en la Comisión de Subsecretarios, que presidió en ausencia de Fernández de la Vega, con la necesaria coordinación entre ministerios.

Zapatero insistió ayer en negar la existencia de diferencias con Solbes, atribuyó su apariencia al "estilo" que el vicepresidente tiene de expresarse. Lo mismo le respondió ayer el propio Solbes al secretario general del PP, Ángel Acebes, en la sesión de control del Congreso, donde le interpeló sobre esta cuestión.

Aunque La Moncloa y el propio Solbes niegan la existencia de problemas de fondo con los ministerios más sociales. El vicepresidente económica, que en toda la legislatura ha mantenido alta la guardia del Ministerio de Hacienda, ha arreciado esta vigilancia tras el cambio de Gobierno y la proximidad de las elecciones generales, según admiten fuentes del área económica del Ejecutivo.

Es verdad que Solbes ha presentado objeciones presupuestarias a casi todas las propuestas procedentes de los ministerios sociales durante toda la legislatura. El propio plan contra la violencia de género, la primera ley que aprobó el Consejo de Ministros de José Luis Rodríguez Zapatero en la primavera de 2004, y una de las más emblemáticas de la legislatura, tuvo objeciones de Solbes, al que le pareció "caro", según espetó en el propio Consejo al ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera. Ese es el papel de un ministro responsable de Hacienda, señalan otras fuentes gubernamentales.

La diferencia reside ahora en que, durante estos dos últimos meses, desde la formación del nuevo Gobierno de Zapatero, a primeros de julio de este año, Solbes ha hecho públicas unas objeciones que antes mantenía en privado.

Fuentes del área económica del Gobierno admiten que Solbes "está más receloso" ya que la remodelación del Gobierno a tan pocos meses de las elecciones fuerza a los ministros a presentar propuestas que el vicepresidente económico teme que no estén bien fundamentadas y, sobre todo, que hipotequen al Ejecutivo a largo plazo.

De ahí que haya hecho público su recelo al plan del ministro de Sanidad y al plan de vivienda de la Junta de Andalucía, respaldado por la ministra de Vivienda, Carme Chacón. "El vicepresidente económico del Gobierno ya le expresó, en privado, al ministro de Sanidad su desacuerdo con su propuesta, pero no le hizo caso", señalaron ayer fuentes del área económica.

Pero Solbes, al que ya le han advertido de que la oposición aprovecha sus objeciones públicas para cargar contra el Gobierno, previsiblemente cuide sus expresiones en el futuro, señalan fuentes gubernamentales.

Aunque Solbes ha insinuado en alguna ocasión que no seguirá en el Gobierno en la próxima legislatura, tampoco es una decisión definitiva. Ni él ni el presidente Zapatero se han pronunciado formalmente sobre el tema.

Pedro Solbes (a la derecha), con el portavoz de CC, Luis Mardones.
Pedro Solbes (a la derecha), con el portavoz de CC, Luis Mardones.ULY MATÍN

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