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Entrevista:ALEJANDRO SANZ | Músico

"En Las Ventas me siento como en casa"

Diego A. Manrique

Alejandro Sanz acaba de venir de recoger a su hija, Manuela, que ya ha iniciado el colegio madrileño: "Lo lleva bien, es la oportunidad de reencontrarse con sus amigas". ¿Ha causado algún alboroto el que aparezca por allí el famoso cantante? "No, un par de compañeros suyos, algo más mayores, me han pedido un autógrafo en un papel diminuto. Se lo he firmado, claro, pero les he rogado que cuiden de ella en los recreos". Alejandro actúa en la plaza de Las Ventas mañana y el jueves.

Pregunta. ¿Madrid es una plaza cómoda para Alejandro Sanz?

Respuesta. Estoy arropado por la familia, lo que te da un plus de seguridad. Pero también te sensibilizan los recuerdos. Me alojo en un hotel que está junto a la academia donde estudiaba. Yo llegaba desde Moratalaz e iba andando hasta... No quiero dar más detalles, no me hace gracia ser asediado por los paparazzi. Además, si alardeo de que salgo por la noche, se empeñan en controlarme. Es un juego tonto. A veces, me he sentido preocupado por coches que me seguían y luego resultó que eran fans.

"Intento romper ese sistema de vida que nos encierra a todos en nuestros castillos"

P. Su gira se llama El tren de los momentos pero se desplaza en autobús...

R. Me lo han traído desde Alemania, tiene dos pisos y es una maravilla: desde arriba, se disfruta mucho más del paisaje. Aunque también hay tiempo para jugar al mus.

P. ¿Y qué música suena allí?

R. Me han traído chirigotas de Cádiz. Me siguen encantando tanto su descaro como su uso del lenguaje.

P. Empezó la gira en Galicia, el 4 de agosto. Y lo hizo con poderío: se trajo a Shakira para compartir escenario...

R. Es que la chica no conocía Santiago de Compostela. Me ocupé de que viviera la experiencia gallega al completo, desde el pulpo al orujo.

P. Está acompañado por una banda que tira al sonido funky. ¿Ha notado algún cambio en la acogida del público?

R. No ha habido quejas. Siempre se quedan canciones fuera pero todo ha funcionado bien. Mejor en las plazas de toros que en los campos de fútbol: son espacios más recogidos, crean un ambiente propicio a escuchar. Lo peor son los camerinos, me han llegado a instalar en la enfermería, algo que no da buen rollo.

P. Lo de actuar en Las Ventas, ¿realmente impone?

R. A cualquier sitio donde vayas, siempre recuerdas anteriores conciertos que viste allí. En el Vicente Calderón, pensaba en los Rolling Stones. Cuando cantaba en el antiguo Palacio de los Deportes, me acordaba de los recitales de Camarón, con todas las familias gitanas al completo, siempre de punta en blanco. Pero en Las Ventas me siento como en casa. Así que me voy a traer a amigos para que canten conmigo, desde Antonio Carmona a Malú.

P. ¿Habrá un hueco para el flamenco?

R. No, ya era un tópico lo de ponerme a cantar por bulerías. Y tampoco es el tiempo de las saetas.

P. ¿Se ha cruzado con colegas de profesión en esta gira?

R. Asombroso, no he coincidido con nadie. Lo que me hubiera encantado es poder ver a José Tomás. Eso sí que es arte.

P. Como música de ambiente, antes de salir a tocar, se escuchan canciones que hablan de trenes.

R. Era lo adecuado, ¿no? Nos pusimos a mirar por Internet y había miles y miles de canciones treneras. Nos quedamos con 50, un abanico que va desde Bob Dylan a La Unión.

P. ¿Va a quedar constancia de esta gira?

R. Sí. En cuanto termine, editamos en DVD un concierto que se grabó en Buenos Aires. Fue una noche potente. Tocar es importante: me recuerda los motivos de que decidiera hacerme músico. Y todos los conciertos tienen su punto: actué el otro día en Andorra la Vella y me parece que allí no están muy acostumbrados a la música en directo. Pero enseguida entraron en onda.

P. El tiempo de la gira, ¿es un espacio muerto para crear nuevas canciones?

R. No, siempre se me ocurren ideas. Luego está la ley de Murphy de los músicos: cuando te llega algo muy bonito, no tienes dónde grabarlo. Por eso estoy ansioso de probar el estudio que me he hecho en Miami.

P. ¿Qué tiene de especial?

R. Está pensado para que lo pueda manejar desde la sala de grabación. No necesito tener de guardia a un ingeniero de sonido, lo hago yo mismo. Se trata de atrapar la magia. Muchas veces, estoy con amigos y surgen cosas irrepetibles. Intento provocar las coincidencias, romper ese sistema de vida que nos encierra a todos en nuestros castillos.

Alejandro Sanz.
Alejandro Sanz.
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