El delta del Ebro supera a Barcelona en nuevas viviendas por el menor precio del suelo
"En un año se ha construido lo que debería hacerse en tres", dice el presidente de los constructores
Apenas cuentan con el 2% de la población de Cataluña, pero las comarcas del Baix Ebre y del Monstià se han convertido en los últimos dos años en el lugar preferido para la construcción, cuya actividad supera en números absolutos a Barcelona. En los seis primeros meses de este año han pasado por la revisión del Colegio de Arquitectos un total de 3.626 proyectos de viviendas nuevas frente a los 3.001 de Barcelona ciudad. El menor precio del suelo ha convertido las comarcas del Ebro en la zona de Cataluña con el mayor índice de viviendas construidas por habitante.
Su atractivo paisajístico para segundas residencias y, sobre todo, el menor precio del suelo, es lo que ha decidido a promotores e inversores a invertir en la zona. "Hasta ahora ha sido un lugar poco desarrollado. Es el sur, y el sur, sea donde sea, siempre va a remolque", dice el presidente de la asociación de constructores de Tarragona, Manel Niñerola. Los municipios que ocupan el delta del Ebro son los que concentran una mayor actividad. En Deltebre (Baix Ebre), rodeado del parque natural del Delta, 725 proyectos de viviendas han superado en el primer semestre del año el filtro del Colegio de Arquitectos, una cifra muy superior a los 585 de la ciudad de Tarragona o los 559 de Girona, por ejemplo.
El precio del suelo, que en el conjunto de la provincia de Tarragona supera ya el 25% del precio de la vivienda, está siendo el principal causante de este boom constructor. En Sant Carles de la Ràpita (Montsià), el precio medio de la vivienda plurifamiliar es de 2.030 euros el metro cuadrado útil, por debajo de los 2.398 euros de media en la provincia, según la Cámara de Comercio de Tarragona.
Previsión de descenso
"No tiene nada que ver el precio del suelo aquí con el de lugares como Cambrils y Salou. Está alrededor de la mitad, y eso permite que salgan pisos por 130.000 euros de 80 metros junto al río Ebro", señala el alcalde de Deltebre, Gervasi Aspa (ERC). "Las condiciones del delta por el sol, las playas, y el entorno natural que nos exige la nueva demanda son excelentes. Esta zona está entre las más competitivas de España por precio", explica Niñerola, quien, sin embargo, cree que el desembarco de grandes empresas de la construcción ha generado mucha más oferta que la que es capaz de absorber el mercado. "Se ha hecho en un año lo que se debería haber construido en tres", asevera.
Con la Costa Dorada prácticamente saturada, la construcción se ha desplazado en los últimos años hacia municipios del interior como Montbrió del Camp, Riudoms o los pueblos del Tarragonès. Ha sido en estas circunstancias que el sector ha puesto su mirada en el delta del Ebro, en buena medida porque su litoral no está aún tan masificado como en el Camp de Tarragona.
El ciclo actual decreciente de la construcción ha comportado que los constructores prevean una caída brusca de la obra nueva para la segunda parte del año, que podría acentuarse en el próximo. "Este crecimiento debe tener un periodo de maduración. El mercado absorberá lo que se ha construido, pero a largo plazo", afirma el presidente de los constructores tarraconenses.
Ciudades como Deltebre han tenido su población estancada en 10.000 habitantes durante 25 años. Desde 2004, la población ha tenido un crecimiento sin precedentes y hoy tiene unos 12.000. "En Barcelona no hay suelo, en Salou y Cambrils tampoco. Es obvio que crezcamos", señala el alcalde, Gervasi Aspa. El Ayuntamiento de Deltebre, explica, ha podido sanear su economía en los últimos años en buena medida gracias a las licencias de obra y ha podido mejorar los servicios de la localidad, que Aspa asegura que son difíciles de ofrecer sólo con la recaudación de impuestos ordinaria.
Deltebre no se ha disgregado en múltiples urbanizaciones, sino que ha ampliado su casco urbano, algo que el Ayuntamiento quiere mantener en el futuro con la nueva normativa urbanística, que ayer recibió la aprobación inicial. "Queremos un pueblo compacto", resume el alcalde. De los 725 proyectos de nuevas viviendas, el Ayuntamiento calcula que el 50% son segundas residencias destinadas a público de fuera de Cataluña y a residentes en el área metropolitana de Barcelona.
El parque natural del delta del Ebro limita las zonas urbanizables prácticamente a los cascos urbanos, y Aspa asegura que no se ha visto afectado en absoluto por el crecimiento urbanístico en el territorio.
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