Un otoño con más agua, pero con déficit
Seis sistemas de abastecimiento del Guadalquivir están en estado de emergencia y otros seis, en alerta
Andalucía afronta un tercer año consecutivo de sequía. Aunque el agua embalsada es mayor que la de hace un año, no es menos cierto que las precipitaciones han sido irregulares y escasas en la zona oriental (en la cabecera del Guadalquivir), que sigue registrando un importante déficit hídrico. Con todo, el otoño se afronta con el abastecimiento garantizado a la población (este verano no ha habido cortes de agua) y con una campaña de riego agrícola que permitirá salvar los cultivos permanentes, principalmente los cítricos.
La sensación es engañosa: hay más agua, pero los sistemas de regulación están peor
Las importantes precipitaciones registradas a comienzos de mayo en algunos puntos de Andalucía (Sevilla, Huelva, Córdoba, Jaén) permitieron atenuar los déficits de precipitaciones, que afectan a la práctica totalidad de Andalucía, salvo Huelva y algunos puntos de la parte occidental. De hecho, a pesar de que en los meses estivales los recursos embalsados han mantenido una tendencia descendente por el mayor consumo y la ausencia de precipitaciones, los pantanos andaluces disponen de 470 hectómetros cúbicos más que el año pasado en esta fecha. En concreto, se encuentran al 35,2% frente al 30,7% del pasado año.
Los déficits más importantes se siguen registrando en la cabecera del Guadalquivir (114,4 hectómetros cúbicos menos que en 2006) y en las cuencas del Guadalete y Barbate (88,1 hectómetros cúbicos en la cuenca Atlántica. "La sensación es engañosa, pues aunque hay más agua globalmente, los sistemas de regulación general, que es de donde se atiende la dotación para el riego, está en peor situación que hace un año", comenta Francisco Tapia, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). En esta cuenca, que concentra el 65% del agua embalsada en Andalucía, el regadío se lleva en torno al 80% de los recursos hídricos.
Como consecuencia de la irregular distribución de las precipitaciones, la práctica totalidad de los embalses de la mitad occidental se encuentran a más del 50% de su capacidad (Huelva, Sevilla, Córdoba y parte de Cádiz), pero en la mitad oriental se encuentran incluso por debajo del 2%, en especial en Jaén. En esta provincia y en Granada, que es donde se encuentran los pantanos de la cabecera que son vitales para la regulación general de la cuenca, se localizan la mayoría de los seis sistemas de abastecimiento que están en situación de emergencia (con consumo de agua para menos de un año o atender el 60% del regadío en un año). Éstos son los de Cubillas-Colomera, Quiebrajano-Víboras, San Clemente, Rumblar y Fresneda. Otros seis sistemas están en situación de alerta en el Guadalquivir: Saladon de Morón, Quentar-Canales, Bermejales, Hoya de Guadix, Dañador y Montoro.
Otro indicador que avala el déficit hídrico existente es que en todas las capitales andaluzas, a excepción de Huelva, las precipitaciones registradas en el último año hidrometereológico (de septiembre de 2006 a agosto de 2007) han estado por debajo de la media histórica. Destacan, no obstante, los casos de Almería, Granada y Jaén, donde la lluvia caída ha sido de un 41,65, 37,07 y un 35,12%, respectivamente, menos que la media de la última década. En el conjunto andaluz, las precipitaciones acumuladas han sido de un 18,16% por debajo de la media.
Riego
Una señal inequívoca de que la situación hídrica en Andalucía es algo mejor que hace un año es el desembalse de 25 hectómetros cúbicos, entre el 5 y el 15 de septiembre, aprobado para la cuenca del Guadalquivir. Esta agua permitirá atender las demandas de los agricultores y asegurar las cosechas de cultivos permanentes, principalmente los cítricos. Concretamente, la CHG ha autorizado que se realicen desembalses de los embalses de San Rafael de Navallana, Yeguas, Breña e Iznájar, todos ellos pertenecientes al sistema de regulación general y ubicados en la provincia de Córdoba.
Esta decisión no altera el desembalse previsto en el sistema de regulación general de 850 hectómetros, autorizado el pasado junio, y que fijaba unas dotaciones de 2.500 metros cúbicos por hectárea en los regadíos de dicho sistema. Desde la CHG se indica que esta medida ha sido posible gracias a "la buena gestión en el uso del agua por los regantes".
También la Agencia Andaluza del Agua concedió a mediados de agosto un segundo riego de socorro, de unos cinco hectómetros cúbicos, a los regantes del Guadalhorce como medida para salvar la producción de los árboles frutales. El director general de la Cuenca Mediterránea Andaluza, Antonio Rodríguez Leal, ha justificado este segundo riego en que las reservas hídricas actuales son "ligeramente mejores que las existentes el año pasado, cuando sólo se pudo suministrar un riego de socorro".
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