El Ayuntamiento de Barcelona promete más vigilancia y sanciones a los incívicos

Barcelona se despierta de su largo letargo vacacional y recupera el pulso normal de la actividad con el inicio del curso escolar. Habrá más coches, más desplazamientos y, por tanto, más posibilidades de cometer infracciones. El Ayuntamiento pasará a la ofensiva desde el primer día y promete aplicar mano dura contra quienes se salten la normativa de circulación: "Desplegaremos

un dispositivo de vigilancia intensiva para mantener la fluidez circulatoria y velar por la seguridad viaria", dijo ayer Assumpta Escarp, la concejal de Prevención y Seguridad. Se trata de proteger la calle de "indisciplinas" como aparcar en doble fila, ocupar el carril bus o estacionar en zonas de carga y descarga.

El operativo, bautizado como Operación Otoño, entrará en vigor el próximo 12 de septiembre, cuando miles de niños acudan a la escuela. Los accesos a los centros escolares y sus proximidades serán objeto preferente de vigilancia por parte de la Guardia Urbana. El dispositivo se prolongará hasta el 24 de octubre.

Los responsables municipales cuentan con un renovado instrumento para llevar adelante su política de tolerancia cero: la Ordenanza de Circulación de Peatones y Vehículos, que entró en vigor el pasado 24 de agosto y que el 17 de septiembre se dotará de poder sancionador. La normativa ha sido reformulada para poner orden en el creciente tráfico de bicicletas en Barcelona.

"No se trata de una persecución al ciclista", apuntó el concejal de Movilidad, Francesc Narváez. "Se actuará igual como se hace con cualquier otro tipo de vehículo. En caso de infracción, el agente de la Guardia Urbana evaluará en el momento si es merecedora de advertencia verbal o bien de sanción", explicó el concejal. La ordenanza incorpora novedades como la obligatoriedad de llevar timbre, luces reglamentarias y elementos reflectantes en las bicicletas, así como la prohibición de estacionar en farolas, árboles o semáforos.

En julio, el Ayuntamiento aprovechó el descenso del tráfico rodado y de peatones durante el verano para acelerar obras ya empezadas y acometer nuevas actuaciones con fecha de finalización en septiembre. Narváez prometió que estas últimas estarán terminadas en los próximos días. Pero también avisó de que las intervenciones en Lesseps, Sants, el eje Balmes-Provença y la Zona Franca "van para muchos meses o años".

Larga vida, pues, al polvo, al ruido y a las restricciones de tráfico, aunque Narváez quiso consolar a los afectados: "Estamos mejor que hace un año. Además, en Lesseps pronto empezaremos a trabajar en la superficie y se podrán ver los progresos que se han hecho".

Por otra parte, Fecsa comunicó ayer al Ayuntamiento que los generadores que todavía permanecían en la calle serán retirados antes de las 24.00 horas de hoy. Se mejoran así las previsiones que apuntaban a que los grupos electrógenos serían apartados de la vía pública el día 12.