Tapeo con aire desenfadado

Se encuentra a medio camino entre un bar contemporáneo y un restaurante desenfadado repleto de gente joven. Al pie de su recoleta barra o en las mesitas que salpican la sala se degustan sabrosas especialidades de la cocina popular española: pinchos, tapitas calientes o frías, además de medias raciones. También sorprenden algunas propuestas creativas ilustradas con aderezos de influencia oriental (como la soja, el jengibre o el wasabi) que se superponen a productos de la costa y la serranía. Alta cocina vestida con traje de diario. O lo que es igual, recetas con una chispa inusual, puestas al día en sus conceptos básicos.

A un lado y otro, repartidas por las paredes del local, varias pizarras orientan a los recién llegados sobre las sugerencias del día: ensaladilla rusa (una de las mejores de España), calamares de potera a la plancha, minigambas albinas fritas igual que chanquetes, pinchos de carne en adobo moruno, huevos rotos con pimientos fritos, presa de cerdo ibérico a la plancha, croquetas de puchero, callos de cerdo a la hierbabuena... Un listado de especialidades que se elaboran al momento y que difícilmente decepcionan.

El local, que se inauguró hace unos meses por iniciativa del propietario del prestigioso restaurante rondeño Tragabuches (que registra puntuaciones elevadas en todas las guías y acumula una estrella Michelin), conoce en Ronda un éxito sin precedentes. Entre sus socios figuran Manu López, en calidad de empresario; Benito Gómez, cocinero jefe formado en la Hacienda Benazuza de Sevilla en el estilo de Ferran Adrià, y su ayudante, Víctor Taborda.

Precios moderados

A la puerta, en plena calle peatonal, dispone de una diminuta terraza que se atiborra de parroquianos en las horas punta y se convierte en otro de los espacios más concurridos de la casa. Por si sus atractivos no fueran suficientes, están sus precios, bastante moderados. Las tapitas calientes o frías y los pinchos no superan los 1,50 euros. Los huevos rotos con cosas variadas (con foie-gras y ruqueta, con morcilla de arroz y miel) rondan los cinco euros, mientras que las medias raciones, todas abundantes, están entre tres y nueve.