El último misterio de Alexis y María
Un grupo de expertos cree haber encontrado los restos de dos hijos de Nicolás II de Rusia tras 88 años de búsqueda
Los arqueólogos rusos pueden haber hecho un descubrimiento sensacional este verano: los restos de dos personas hallados con múltiples lesiones pueden pertenecer a los hijos del último zar Nicolás II, el zarevich Alexis y la gran duquesa María. Al menos así lo creen los especialistas que participaron en julio y agosto en trabajos de búsqueda en los bosques de los alrededores de Yekaterimburgo, pero la casa imperial y la Iglesia ortodoxa rusas se muestran cautelosos ante el hallazgo y piden un exhaustivo estudio de los restos.
Fue precisamente en Yekaterimburgo donde en 1919 los bolcheviques asesinaron salvajemente a la familia imperial y a algunos de sus sirvientes en la casa Ipátiev, demolida por orden de Borís Yeltsin cuando éste encabezaba el partido comunista en los Urales. Los supuestos cuerpos del zar, su esposa y tres de sus hijos fueron encontrados en 1979, pero el hecho se mantuvo en secreto durante una década, hasta los tiempos de la perestroika. Después hubo que esperar largos años de estudio para determinar que los restos encontrados pertenecían a la familia real y para que finalmente fueran enterrados en la fortaleza de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo en 1998. Pero los restos del heredero de la corona imperial rusa y los de su hermana María, considerada la más hermosa de las hijas de los últimos zares, seguían sin aparecer.
La casa imperial y la Iglesia ortodoxa rusa piden un exhaustivo estudio de los cuerpos
A Alexis, que sufría de hemofilia, le faltaba menos de un mes para cumplir los 14 años, y María acababa de cumplir los 19 cuando fueron fusilados. La gran duquesa era la más bonita de las cuatro hijas del zar, y se distinguía ante todo por sus grandes ojos azules, que en la familia imperial eran conocidos como los "platillos" de María, y sus largos cabellos de color castaño claro. La Iglesia ortodoxa rusa canonizó en el año 2000 a María y Alexis, junto con sus padres y hermanos, como mártires. Verdad es que no reconoce la autenticidad de los restos del zar, su esposa y tres de sus hijas, como tampoco los reconoce la gran duquesa María Vadímirovna Románova, cabeza de la casa imperial rusa, residente en España.
Serguéi Pogorélov, subdirector de investigaciones arqueológicas de la región Sverdlovsk (Urales), explicó esta semana que pudieron dar con los restos de Alexis y María gracias a un documento desclasificado hace poco en el que Yákov Yurovski, el bolchevique que dirigió la ejecución de la familia imperial, relata sobre los diversos intentos que hicieron para enterrar los cadáveres. Al enterrar al zarevich y a una de sus hermanas en un lugar diferente del resto, los bolcheviques pretendían que, en caso de ser hallados, nadie los vinculara con la familia imperial, explican los arqueólogos.
Alexandr Zakátov, jefe de la cancillería de la casa imperial rusa, declaró que la gran duquesa María Vladímirovna "ha recibido con cautela" la noticia del hallazgo de los restos de dos hijos de Nicolás II. "Hasta que no se lleven a cabo todas las investigaciones pertinentes y no se dé respuesta a los interrogantes pendientes, no se puede hablar de la autenticidad de los restos", señaló por su parte Guerman Lukiánov, abogado de la gran duquesa.
La Iglesia ortodoxa ha pedido al Gobierno ruso que realice "un estudio más minucioso" al hecho con los presuntos restos del zar, su esposa y tres de sus hijas, ya que, como explicó su portavoz, "la Iglesia no puede equivocarse, para no inducir a la adoración de falsas reliquias".
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