El PSPV apoyará la contrata de basura que denunció por soborno en Xàbia

Cambio de opinión y como si el caso del soborno de la basura en Xàbia no hubiera estallado. Los cuatro concejales del grupo socialista del Ayuntamiento votarán mañana jueves, en un pleno extraordinario convocado por el alcalde Eduardo Monfort, del Bloc-Centristes, a favor de adjudicar la contrata de la basura a la mercantil Cespa, del grupo Ferrovial, como quería el alcalde, después de que hace escaso medio año, los socialistas admitieran que esta empresa intentó sobornarles y su candidato, Rafael Bas denunciara públicamente que Cespa intentó "pagar la campaña".

La polémica adjudicación de la contrata de basuras de Xàbia, valorada en 40 millones de euros, llegará mañana al pleno. Superadas las elecciones municipales, el alcalde, Eduardo Monfort, del Bloc-Centristes, conseguirá su objetivo y aprobará la propuesta que defendió desde el inicio: que la empresa beneficiaria de este concurso sea Cespa, supuestamente implicada en el intento de soborno que denunciaron los socialistas. El escándalo obligó al alcalde a paralizar la concesión en el tramo final del pasado mandato hasta después de las elecciones.

El grupo socialista anunció en febrero que no respaldaría la propuesta ni de FCC, actual concesionaria, ni de Cespa, ambas implicadas en unos supuestos sobornos, cuando se llevara el asunto al pleno municipal para su aprobación. El PSPV defendió que lo más lógico sería "municipalizar" el servicio. Ahora su criterio ha cambiado radicalmente y los cuatro ediles han anunciado que respaldarán la propuesta del alcalde y que la contrata será para Cespa. Sin embargo, la decisión de cambiar el sentido de su voto no cuenta con el respaldo unánime de los miembros de la ejecutiva del PSPV que el 15 de junio se pronunció con una ventaja pírrica de dos votos a favor de gobernar con el Bloc pero "sin imponer" al alcalde la municipalización del servicio. Una condición que exigía el partido en el gobierno, pero ello tampoco suponía que se le otorgara a Cespa ni FCC, sino "a la mejor propuesta". La mitad de los asistentes a la asamblea, según fuentes del PSPV, se manifestaron en contra de adjudicar la contrata a estas dos empresas presuntamente implicadas en el escándalo del soborno, incluso algunos de ellos estaban decididos a sacrificar el pacto de gobierno.

Según argumentó ayer el nuevo portavoz socialista, José Chulvi, "la situación de Xàbia es de emergencia y necesita una solución inmediata". En base a este criterio, los cuatro ediles socialistas apoyarán la adjudicación del servicio a la empresa Cespa. Sin embargo, el cambio de opinión ha provocado gran malestar en algunos sectores del PSPV de Xàbia que no entienden cómo ahora se alían con el alcalde. Algunos militantes exigen que se convoque una asamblea local para analizar la "gravedad" del tema y que los militantes decidan qué deben hacer los concejales socialistas en el pleno. Sin embargo, tanto la dirección local del PSPV, cuya secretaria es Pepa Gisbert, como los cuatro concejales, incluidos Rafael Bas y Francisca Mata, que estuvieron en el anterior mandato, lo rechazan aduciendo que cuando se aprobó formar gobierno con el Bloc, los militantes respaldaron el criterio de estos cuatro ediles.

El equipo de gobierno integrado por Bloc-Centristas, que obtuvo siete concejales, y PSPV, con cuatro, ha convocado este pleno con carácter de urgencia después de más de año y medio de trámites administrativos en los que FCC, la actual mercantil concesionaria ha visto prorrogado su contrato.

La propuesta de Cespa llega a pleno, tras haber sido aparcada durante las elecciones, partiendo con una ligera ventaja en la puntuación de los técnicos sobre la oferta de FCC. Ya el pasado 14 de diciembre la mesa de contratación, a merced del voto de calidad del alcalde, decidió cerrar el expediente para la adjudicación del servicio de recogida de basuras con dos ofertas, la de FCC y Cespa. La contrata está valorada en 40 millones de euros y tendrá una duración de 10 años, y además de la recogida de basura incluye la limpieza viaria en el casco urbano y la zona de playas del municipio.

El escándalo de la basura de Xàbia se hizo público el pasado año cuando un edil socialista, Pascual Codina, presentó en la Guardia Civil una grabación que contenía conversaciones con directivos de las dos empresas, Cespa y FCC, en las que se podía comprobar cómo habían intentado comprar el voto del concejal a cambio de dinero. Codina denunció amenazas y dimitió después al ser procesado por la concesión de una licencia para un hotel. Fue el único que dimitió de los 10 procesados por estos hechos, entre ellos, el alcalde, Eduardo Monfort, del Bloc-Centristes, y el ex alcalde, Juan Moragues, del PP. Las dos denuncias por intento de soborno, una a Cespa y una FCC, están siendo investigadas por el Juzgado número 4 de Dénia.