La presidenta irá a La Moncloa en septiembre
Las puertas de La Moncloa, la residencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se abrirán para Esperanza Aguirre en septiembre. Así lo anunció ayer la presidenta regional y lo confirmaron después en Presidencia. "No hay fecha fijada porque está pendiente de cerrar la agenda del presidente", precisó una portavoz de Moncloa, que recalcó que Zapatero nunca se ha negado a recibir a los presidentes autonómicos, como hacía su antecesor, José María Aznar. "Al menos, a los presidentes socialistas", puntualizó.
Aguirre había comentado por la mañana, en Villar del Olmo, que Zapatero la telefoneó el pasado 3 de agosto para avisar de que se disponía a visitar al alcalde de Parla, Tomás Gómez, en su municipio. "Cuando le dije que iría a recibirle, me disuadió: 'No vengas, que es una visita personal'. Porque había ganado las elecciones internas", del Partido Socialista de Madrid, recordó ayer Aguirre. A cambio, según la presidenta, Zapatero le anunció que sería la primera representante de un Gobierno regional que recibirá en septiembre.
Con su habitual sorna en su beligerancia con el Gobierno central, Aguirre reveló su respuesta: "Le dije: 'No haces más que justicia, porque la otra vez fui la última". La presidenta regional recalcó que de los 11 asuntos que puso sobre la mesa en su último encuentro, "ni uno sólo a día de hoy se ha cumplido". Entre ellos, subrayó, la gestión compartida de los trenes de Cercanías de la región. Según Aguirre, es necesario que la planificación de la red de trenes se haga junto con el metro.
El único obstáculo es la difícil relación entre el Ejecutivo de Aguirre y el ministerio competente, el de Fomento, que dirige Magdalena Álvarez. Además de contar con el beneplácito de Zapatero, la gestión de los Cercanías estaba en los programas de los tres partidos políticos que concurrieron a las pasadas elecciones del 27 de mayo: PP, PSOE e IU. Al contrario que Cataluña, que reclama la transferencia de las competencias de los Cercanías, Madrid plantea una gestión compartida, en la que Cercanías integraría el Consorcio Regional de Transportes.
Aguirre anunció también el desdoblamiento de la M-204, que conduce a Villar del Olmo desde la A-3. Hasta allí se desplazó para visitar las obras que ha costeado el Gobierno regional y aprovechó para hacerse una foto jugando al pádel, tras quitarse los tacones. "Soy la presidenta descalza", bromeó.
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